Liga europa - Sevilla-zenit

Puro espectáculo del campeón (2-1)

  • El Sevilla remonta ante el Zenit con una gigantesca segunda parte en la que pudo obtener mayor renta. Los cambios de Emery viraron un rumbo inquietante para generar un fútbol lleno de orgullo y calidad.

Un campeón nunca se rinde y este Sevilla a fe que lo es. Todo se le puso en contra, pero en contra de verdad, y sacó su mejor cara para darle la vuelta a un encuentro que amenazaba toda la eliminatoria con una segunda parte de equipo grande a reventar, ofreciendo un espectáculo gigante que permite viajar a San Petersburgo con ventaja, que no es poco.

Un magnífico Sevilla, mayúsculo, consiguió doblegar a un rival estupendo que transmitía peligro en cada acción y que puso el Pizjuán cabeza abajo marcando a la media hora, con el Sevilla en pleno atasco y los rusos defendiéndose con mucho orden y leyendo a la perfeccion una eliminatoria de este nivel. Ryazantsev definió de maravilla pero quizás tuvo un avance demasiado fácil, como demasiado contemplativo el Sevilla.

De hecho, Villas-Boas cambió su disposición habitual con un 5-4-1 que pretendía tapar las bandas del Sevilla sin descuidar el juego entre líneas. Planeamiento para mantener su puerta a cero y lo que salga arriba, escuela trapattoniana al máximo, de la Italia más eficaz y triunfadora a nivel de clubes.

Pero este Sevilla, que se comportó como un equipo previsible y al trote en el primer tiempo, aunque Reyes levantó su espíritu tras el gol visitante, cambió como de la noche al día tras el descanso. Sin Carriço y con Vitolo y Bacca reservados, Emery había apostado por Reyes y Gameiro. Iborra, esta vez poco efectivo tras el punta, y un desacertado Coke fueron los sacrificados para que Denis Suárez y M'Bia inclinaran el césped de forma que el Zenit ya nunca inquietara.

Intenso, rápido y decidido, el Sevilla se mostró en la segunda parte como el mejor Sevilla. Ya rondó el gol en varias acciones y cuando Bacca reemplazó a Gameiro el Zenit ya no podía contener al equipo local. Denis estupendo, Banega y Reyes como en los últimos partidos, Vidal incansable, Tremoulinas rompiendo, M'Bia peleando, Krychowiak cerrando... Un Sevilla rozando la perfección que obtuvo merecidísimo premio. Corto o no será opinable, pero merecidísimo sin la menor duda.

Y eso que tuvo que esperar al 73 para recibir el premio que merecía. Una segunda jugada que Vidal convirtió en pase de gol desde la línea de fondo con cabezazo de Bacca ya con el portero Lodygin totalmente superado.

Nervión ruge y disfruta, pero el camino aún es de espinas y al minuto una mano de Ryazantsev en el área espolea aún más a grada y equipo. Lo busca y lo busca y lo encuentra a poco del final, de nuevo en segunda jugada, con Denis Suárez enganchando un rechace de manera espectacular para ponerla imposible para el portero cruzando desde lejos.

Y con todo, en lo que habría sido el éxtasis máximo, Bacca tuvo el tercero en el 90 quedándose totalmente solo ante Lodygin y sin rematar, quizás cambiando de idea, dudando o con un bote traicionero. El caso es que el 2-1 sabe a gloria por la ventaja y por el fútbol del Sevilla, un espectáculo que engrandece su historia y al propio torneo. San Petersburgo ya será otra cosa...

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