Suma y sigue. El Soderin Rinconada no para de conseguir triunfos para el deporte sevillano. El pasado fin de semana conquistó su octavo título de liga, sexto consecutivo, y sin tiempo para saborear el éxito ya piensa, a corto plazo, en el próximo objetivo del club: la Copa de Europa de Moscú.

Es el verdadero reto de la temporada, ya que en España no le tose nadie desde hace muchas temporadas. Ganar se ha convertido en una cotidianeidad para un equipo compacto, en un paso previo obligado para disputar el reto continental.

Pese a todo, el año, como reconoce el entrenador cañamero, Antonio Molina, no ha sido nada fácil para el Soderin Rinconada. Los Juegos Olímpicos se vislumbran en el horizonte, el próximo mes de agosto, y muchos han pensado más en el aspecto personal que en el colectivo: "En muchos partidos sufrimos más de lo debido, porque los jugadores tenían en su cabeza la clasificación para Pekín y quizá por cierta falta de motivación. Es el problema de un deporte que tiene competiciones distintas según se juegue en individual o en colectivo, pero cumplimos con la primera parte: ganar la liga".

El cuadro rinconero accederá a la fase final de la Copa de Europa (del 11 al 15 de junio) como cuarto cabeza de serie, tras el equipo ruso, el holandés y el danés, por lo que todavía queda mucha temporada por delante para los jugadores del club sevillano: "El trabajo no se ha acabado. Por fortuna los Juegos ya habrán acabado y todos tendrán los sentidos puestos en este reto. Hará falta, porque no será fácil repetir el éxito de hace dos años. La campaña pasada acabamos cuartos, algo que da cuenta de que a ese nivel las cosas son muy diferentes para nosotros", explicó Molina, que apuntó otro de los grandes éxitos del Soderin este año: "Nuestro segundo equipo también ha sido campeón de la División de Plata. Hemos apostado fuerte por la cantera, porque en La Rinconada el bádminton es el deporte rey y hemos de dar continuidad a un proyecto de futuro. Más de 200 aficionados nos vinieron a recoger al aeropuerto tras ganar el último título, y eso dice mucho".

Rafa Fernández y Laura Molina son profetas en su tierra y los ídolos locales de una afición que ha reconocido al bádminton como "su deporte". "Es bonito que tus vecinos te apoyen siempre de manera incondicional. Así es más fácil sacrificarse toda la temporada, porque ves que el trabajo tiene premio y la gente así lo reconoce", apuntó Molina, que tiene en su compañera Bing Xin Xu una referencia a imitar: "Marca las diferencias. En España lleva tres años sin perder, desde que llegó, y es una jugadora comprometida con el club y el pueblo".

La superioridad de los sevillanos en la competición doméstica es tal que Molina incluso se ha permitido la licencia de "hacer rotaciones" con las que mantener la motivación de sus pupilos, aunque también le permitía seguir siendo un bloque competitivo ante las continuas ausencias. "Filipa Lamy y Richard Vaughan llegaron el viernes de competir en la India, el sábado jugaron la vuelta de la final en Xátiva y el domingo se fueron a un Gran Premio en Nigeria. Así todo el año", afirmó el entrenador de los cañameros.

Ahora, "tras la obligación de ganar", según Antonio Molina, la Copa de Europa es el principal y jugoso objetivo. El oro de Moscú espera al conjunto de La Rinconada, porque la liga se le queda muy pequeña.