"No lo puedo negar, ya está todo hecho y sólo estamos a la espera de que se haga público", confesó ayer Pedro Rivero, jugador de Los Barrios de la LEB Oro que se acogió el pasado viernes a una cláusula de salida que reflejaba su contrato por la que podía abandonar el equipo gaditano sin coste alguno siempre y cuando se marchara a un conjunto de la ACB. El equipo en cuestión es el Cajasol, que la próxima campaña contará con tres directores de juego en nómina, matando el club hispalense dos pájaros de un tiro al garantizarse en la plantilla al cuarto seleccionable.

Este base de 1,84 metros, a punto de cumplir 29 años y también en vísperas de su boda, hace real su sueño de competir en la máxima categoría de clubes: "No es ningún secreto que me apetecía mucho probar suerte en la ACB", explica Rivero, que en las dos últimas temporadas ha sido reconocido como el mejor base de la LEB Oro. "Supongo que me darán mayor información cuando todo sea oficial", dice cuando se le pregunta cuál será su papel en el equipo de Manel Comas. El anuncio del fichaje del segoviano está previsto para finales de semana o comienzos de la próxima.

Con Bennett y Rivero en cartera, sigue faltando un playmaker europeo que complete la terna pretendida por Comas. El asunto se enquistó el pasado lunes, como ya publicó este periódico ayer, con la ya truncada posibilidad de incorporar al israelí Limonad. Su propio agente, muy contrariado con la forma de obrar de los hispalenses, adelantó que no jugaría en San Pablo.

Dicho y hecho. Ayer mismo llegaban noticias desde el país de origen del jugador en la que daban por cerrado el fichaje de Limonad por el Nahariya, tercer clasificado el pasado curso de la liga hebrea.

El club israelí ha tenido que hacer efectiva la cláusula de salida del jugador, puesto que todavía le quedaba una temporada más en el Le Mans, vigente campeón francés que tampoco ha intentado convencer al talentoso jugador para que continuara su carrera en el país galo.

El Cajasol continúa pendiente de la situación de Aaron Miles, a expensas de que por fin su agente, Christophe Bergez, presente el documento que acredita que cuenta con un visado europeo.