Mediodía de balonmano en el Ayuntamiento de Sevilla. Con el alcalde, Juan Ignacio Zoido, encabezando el acto, ayer se celebró la presentación del encuentro que se disputará el próximo 1 de noviembre a las 12:30 -estaba previsto el 31 de octubre y se retrasa por ser festivo el día siguiente- en el pabellón de San Pablo. Juan de Dios Román, ilustre entrenador y seleccionador antaño, hoy presidente de la Federación Española de Balonmano, no evitó tratar ningún tema, por muy candente que éste fuera. Por ejemplo, Román no se mordió la lengua para ofrecer su versión sobre el caso Montpellier, en el que están siendo investigados varios jugadores del club galo por un presunto amaño de un partido de la pasada campaña, relacionado asimismo con apuestas ilegales.

"Es una de las derivadas negativas del profesionalismo mal entendido y el negocio alrededor del deporte. Las apuestas no dejan de ser una variable más de negocio. Por mucho que se regule, siempre es una situación fronteriza con el error. Es lamentable en entornos de jugadores que acaban de ser campeones olímpicos, a pesar de que los tuvimos en las manos -se refiere a la derrota en el último segundo en Londres de la selección de Valero Rivera-. Pero sí tengo que decir que me extraña que un asunto que se conoció antes de los Juegos Olímpicos no se investigase antes de los mismos y se haya retrasado".

Antes, en el arranque de su alocución, Román recordó que la selección española volverá a Sevilla después de 16 años: "El último partido oficial aquí de la selección fue el 16 de junio de 1996, cuando perdimos la final del Europeo contra Rusia por un gol. Era la primera medalla sénior para el equipo nacional y unos meses más tarde ganó el bronce olímpico en Atlanta. Aquella vez estaba el campo abarrotado y ahora queremos que pase lo mismo ante Portugal, pues será importante sacar los puntos en el primer partido de clasificación para el Europeo de 2014. No será un rival fácil".

A propósito del Mundial 2013 del próximo enero, siendo Sevilla una de las sedes, Román abundó en que "puede ser una cita brillante aunque sea austera; para ello es muy importante la implicación de los aficionados. El grupo que jugará aquí es de altísimo nivel. Dinamarca está incluso por encima de nosotros; de Rusia qué voy a contar, nos ganó aquí en el 96; Islandia siempre está ahí aun siendo un país pequeño; los aficionados de Macedonia son el bombazo del Mundial, mueve entre 2.500 y 3.000 hinchas; Qatar está mejorando, y Chile es el más blando en principio".

Zoido, por su parte, hizo hincapié en que estas citas son "un escaparate perfecto para seguir creciendo como ciudad y como deporte", añadiendo que "hay que vibrar con el equipo nacional, puesto que así es como se fomenta, de forma simultánea, el deporte de base. Haremos un llamamiento para que los jóvenes acudan". Asimismo, el alcalde recalcó que "sólo las decisiones de unos señores con silbato privaron a la selección de balonmano de ser reconocida en los Juegos como lo fue la de baloncesto".