Oklahoma City Thunder se han clasificado para las semifinales de la Conferencia Oeste, donde toparán contra San Antonio Spurs, después de apuntarse el cuarto triunfo ante Dallas Mavericks (118-104), una victoria basada en los puntos de Russell Westbrook (36) y Kevin Durant (36) y que volvió a tener un final bronco. De nuevo fue Justin Anderson, alero de los Mavs, el protagonista de la acción polémica que enturbió el final de partido. Si en el cuarto partido fue la víctima, recibiendo un duro golpe en la cabeza que le costó la expulsión a Durant, esta vez fue el "verdugo" al propinar un codazo a Westbrook que generó una tángana cuando el encuentro ya estaba resuelto.

Fue la demostración de la tensión habitual de los play-offs, después de una primera ronda en la que Oklahoma ha exhibido su superioridad (4-1) antes de medirse con otro equipo tejano, los Spurs, en una eliminatoria que se presume mucho más complicada. San Antonio ha sido el segundo mejor equipo de la temporada regular y viene de arrasar a Memphis Grizzlies (4-0). En cualquier caso, los Thunder también han dominado esta ronda inicial y, dejando a un lado la derrota agónica en el segundo partido, ha ganado por una media de casi 23 puntos en sus cuatro victorias. Durant no ocultó que jugaron enrabietados por la dureza de su rival e incluso dijo que el propietario de los Mavericks, Marck Cuban, es "un idiota" por sus continuos comentarios.

En el plano puramente deportivo, Westbrook exhibió toda su versatilidad y se quedó al borde de un nuevo triple-doble al sumar 36 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias. "Es casi indefendible", reconoció Dirk Nowitzki, quien está cerca de cumplir 38 años y aún no ha aclarado su futuro. El alemán fue el máximo de los visitantes (24 puntos), que no pudieron contar con los lesionados Salah Mejri y David Lee. En los locales, Serge Ibaka pasó casi desapercibido al sumar 2 puntos, 3 rebotes, 2 robos y 1 tapón en 30 minutos de juego, mientras que Durant también aportó 7 rebotes. 

Por su partem, el vigente MVP de la NBA, Stephen Curry (Golden State Warriors), estará al menos dos semanas de baja debido a un esguince en su rodilla derecha, mientras que Chris Paul (Los Angeles Clippers) se ha fracturado un dedo en su mano derecha y podría no volver a jugar esta temporada.

Curry, cuyo equipo domina la eliminatoria de primera ronda ante Houston Rockets (3-1), se lesionó en el último partido después de sufrir un resbalón, y las pruebas médicas han confirmado que sufre un esguince de grado I, por lo que no volverá a jugar en esta ronda.

Más grave es el caso de Paul, que se lesionó en el cuarto partido de la eliminatoria contra Portland Trail Blazers que va empatada (2-2). A falta de que los Clippers detallen un periodo de baja, es seguro que el base estará varias semanas de baja y es posible que no vuelva a jugar hasta la próxima temporada.

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