El elogiado y esperado Sevilla de Marcelino García Toral comienza la temporada con un plato fuerte. No es para estómagos delicados el aperitivo de este nuevo curso que empieza hoy y que se torcería nada más comenzar si la andadura por Europa se quedase en esta fortísima eliminatoria previa que ha traído a los nervionenses a Alemania. Desde luego, por la cabeza de los mandamases sevillistas no pasa un fracaso similar al del Sporting de Braga. Entonces había cierto margen de error, el del sucedáneo de la Liga Europa en lugar de la Champions; ahora no. Caer ante el Hannover 96 sería un pesadísimo lastre para este proyecto que tanto ilusiona, por lo que el Sevilla ha de salir triunfador de este espinoso envite para que la ilusión no revierta en depresión.

De todo eso, por si los futbolistas anduvieran algo despistados con un derbi que finalmente parece que no se jugará, ya han informado José María del Nido y el propio Marcelino a un grupo que cuenta con sus mejores piezas para afrontar este duro enfrentamiento con el Hannover 96. Ya hubo tiempo para lamentar que la suerte no acompañara al Sevilla, ni al Hannover, en el sorteo de Nyon y la fortaleza del contrincante, después de lo que pasó con el Braga, quizá sirva para que el exceso de confianza no tenga cabida en el bagaje que se ha traído el Sevilla hasta la capital de la Baja Sajonia. Y la eliminatoria es dura por varios factores, amén de que el Hannover 96 llegue avalado por haber terminado como cuarto clasificado de la pasada Bundesliga.

Entre esos factores está el aspecto anímico. El conjunto de la capital sajona estará empujado por los casi 42.000 espectadores que colmarán el AWD-Arena, un moderno y coqueto estadio remodelado poco antes del Mundial 2006, el mismo marco en el que la España precampeona cayó frente a la vieja Francia de Zidane en los cuartos de final de aquella cita. Se trata de un magno escenario que ya fue sede del Mundial 74 y que empujará de lo lindo a los suyos bajo el conjuro del regreso a Europa. El Hannover 96 no disfrutaba de competición continental ninguna desde hace casi 20 años y no quiere despedirse de ella a las primeras de cambio después de tan larga espera. Es una cuestión de hambre frente a necesidad, la que tiene el Sevilla de mantener su estatus y su pedigrí, su honra en definitiva.

Por cierto que en lo anímico también hay que contar que en las filas del Hannover hay dos figuras con especiales ganas de revancha. Mirko Slomka era el entrenador del Schalke 04 en la recordada semifinal de la UEFA 2006 y el central Pagotetz, un gigante trotamundos austríaco de 1,90, pertenecía a aquel Middlesbrough que cayó con estrépito en aquella final de Eindhoven, aunque no la jugó por estar lesionado. Más picante para este plato fuerte.

Amén de lo anímico, hay que tener en cuenta lo físico-táctico, y ahí también lleva cierta ventaja el conjunto de Mirko Slomka, con dos semanas más de preparación. El Hannover ya ha roto a sudar de verdad, a competir, y lo ha hecho comenzando la Bundesliga como un tiro, con dos victorias de dos ante Hoffenheim y Nuremberg, además de la primera ronda de Copa. Curiosamente, colidera la tabla con el Mainz 05, el rival alemán que le cayó en liza al Sevilla en la previa de la referida UEFA de Eindhoven y al que finiquitó Kanoute con dos goles en Fráncfort. Se puede referir aquello de que se trata de un rival más rodado, aunque el Sevilla está en un adecuado punto para la competición, a tenor de lo visto en los diferentes partidos amistosos, a excepción del Trofeo Teresa Herrera, en el que Marcelino apostó por un once joven y experimental en el que faltaban muchos pesos pesados. Pero si atendemos a lo que hizo el Sevilla en el San Paolo de Nápoles sí se puede colegir que está en buenas condiciones para competir, máxime viendo el estado de forma de algunos de sus hombres clave, como Trochowski, Jesús Navas, Negredo o el mismísimo Kanoute, el hombre que se cargó al Mainz 05 hace ahora seis años, como si el tiempo no pasara por él.

Marcelino no llevó a tierras gallegas a Palop, Escudé, Fernando Navarro, Jesús Navas y Kanoute, pesos pesados que reservó para esta cita, por lo que es fácil colegir que todos formarán en el once titular. Se solventaría así la incógnita de la portería, ya que el asturiano podría dejar la Liga para Javi Varas. Lo de la portería es un matiz menor. Con Palop o con Javi Varas, y sin derbi que enturbie las mentes tras el fracaso de la reunión entre AFE y LFP, el Sevilla de Marcelino tiene la primera prueba de fuego real, una prueba de envergadura en la que se pone en juego la enorme ilusión del nuevo proyecto.