Ana Romero, más conocida como Willy, nació en Sevilla hace 29 años y su pasión quizá no sea de lo más común entre las chicas, pero sin duda a la sevillana le fascina el fútbol. Después de una larga carrera futbolística en España, ha decidido el salto a Europa. El Ajax de Amsterdam es su nueva casa.

La jugadora sevillana, confesa seguidora de Betis y Real Madrid, ha jugado para los equipos rivales de ambos, tanto Sevilla como Barcelona - incluso habiendo pasado por el Espanyol justo antes-, pero asegura que al final aprendes a mirarlos de otra manera. "Si viene un club y te mejora las condiciones de trabajo como hizo el Sevilla, no puedes tener un mal recuerdo", asegura Ana.

Antes de pasar por esos equipos, deseaba que las primeras plantillas de ambos clubes, Sevilla y Barça, no consiguieran ningún éxito. Tras pasar por ellos, su opinión es muy diferente y les guarda un gran cariño.

Su mote, Willy, viene de lejos. Cuando vivía en Dos Hermanas, lo común era llamarse de unos a otros así, pero al llegar al Sevilla ella era la única que lo hacía, por lo que al final todas acabaron llamándola de esta manera.

Para una niña no debe ser fácil enfrentarse a todos los obstáculos que le puedan surgir para jugar al fútbol, simplemente por ser chica. Ana cuenta como algunos de los padres de los muchachos con los que ella jugaba al fútbol eran los más crueles. Hacían alusión a ella con frases como "las niñas que se vayan a jugar a las muñecas".

Quizá las muñecas sean demasiado infantiles para toda una mujer, que compaginaba sus estudios de medicina con la sana afición de jugar al fútbol. Al principio, cuando aun eres muy joven, juegas para "divertirte" como bien explica la ya jugadora del Ajax, pero simplemente vas avanzando y trabajando: "Te das cuenta de que puedes conseguir cosas". Los títulos son esas "cosas" que, como bien explica Willy, compensan todos los momentos malos vividos.

De momentos malos ella sabe bastante, su ligamento cruzado se ha encargado de desmostrárselo con creces. Esta última temporada en el Valencia, después de no comenzar del todo bien, tuvo que soportar otra lesión que la apartó durante unos cinco meses de los terrenos de juego. Su ilusión al recalar en el club che era jugar más de lo que había podido hacerlo en el Barcelona, y poder volver a la selección. Selección a la que llevaba acudiendo desde que tenía 15 años, cuando aún ni se competía y a la que le gustaría volver.

El combinado español femenina ha estado marcado en las últimas décadas por Ignacio Quereda, ex seleccionador contra quien se revelaron todas las jugadoras hace ya un año en una carta abierta. Según cuenta Ana, que no se encontraba en ese momento con la selección, el ex técnico nacional llevaba demasiados años en el cargo, y a pesar de que ella, personalmente, no ha tenido ningún problema con él fuera de lo común, asegura que hay momentos en que es necesario cambiar. "Muchas ya juegan fuera de España, el nivel ha aumentado y si no se consiguen los objetivos hay que tomar medidas" concluye la sevillana.

La ya ex futbolista del Valencia tuvo un acuerdo prácticamente cerrado con el Sky Blue norteamericano, cuando militaba en el Espanyol, pero las circunstancias se pusieron en su contra. "Ahora nada me impedía salir y quitarme esa espinita" concluye.