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En el campo sí alegra (4-1)

  • El Betis inicia el campeonato con una justa goleada sobre el Granada y presenta unas prometedoras credenciales. Los verdiblancos no se parecieron en nada al anterior curso

El Betis le dio una alegría a sus fieles en estos tiempos de penumbra. El equipo de Pepe Mel no sólo goleó al Granada, que ya es una magnífica noticia, sino que además dejó una impronta de fútbol agradable para el aficionado medio. Cierto que aún deberá ajustar el técnico muchas cosas, particularmente las más prosaicas, las que tienen que ver con el entramado defensivo, pero el cuadro verdiblanco dejó algunas perlitas para el recuerdo en su estreno de curso en la Liga Adelante.

 

Para empezar, después de muchos años y tal vez por la delicada situación económica de la entidad, un entrenador se atreve a darle la alternativa a la cantera. Porque Isidoro estaba entre los once elegidos y después fueron ingresando sucesivamente al campo Ezequiel, Beñat e Israel. Ésa ya es una buena nueva para quienes estimaban que hacía falta cambiarle la sangre a este equipo, pero es que, además, la entrada de esos futbolistas de refresco coincidió con los mejores momentos del Betis en este debut liguero. En ese sentido, por tanto, la dicha no podía ser mayor.

 

Y se siguen acumulando variables positivas en la gráfica. Jorge Molina y Salva Sevilla, dos de los recién llegados, tienen calidad, están más que capacitados para ejercer cierto liderazgo dentro de la Segunda División. El delantero, pese a ser alto, no es un tronco, ni muchísimo menos, y sabe definir cuando lo ponen delante del guardameta adversario. Tampoco eso es una novedad, pues fue el máximo realizador en la campaña anterior en las filas del Elche, pero debía superar el primer examen en un equipo de mayor exigencia y lo hizo con nota alta. 

 

El centrocampista tal vez no tenga capacidad física para dotar al fútbol de un ritmo alto, incluso se pierde un poco si lo obligan a jugar en el doble pivote, pero sí tiene la capacidad para interpretar el fútbol con sapiencia y llevar el balón a las zonas en las que más daño se le hace al contrincante. Si encima se estrena con el golazo de vaselina que sirvió para sentenciar el encuentro frente al Granada, pues está claro que Salva Sevilla se puede ganar un huequecito en el corazón de esos hinchas béticos que tanto han sufrido en los últimos tiempos. 

 

Pero no sólo fueron ellos, también hubo muchos otros peones que colaboraron en la tarea. Hay que tener en cuenta que en el once inicial sólo estaban de la pasada campaña cuatro futbolistas, concretamente Goitia, Nacho, Iriney y Caffa, lo que quiere decir que la metamorfosis ha sido absoluta. Había interés, por tanto, en saber si este cambio tan radical sería positivo o, por contra, todo se quedaría en la ilusión. Está claro que aún es pronto para resolver semejante incógnita, entre otras cosas porque también se puede recordar que el Córdoba se fue con idéntico número de goles en contra en la primera jornada del anterior curso y no hay que volver a recordar lo que después pasó. Y sí, los Belenguer, Dorado, Momo o Rubén Castro también aportaron, cada uno dentro de su nivel particular, su pequeño grano de arena para que aquello funcionase de manera agradable.

 

Hasta ahí buena parte de lo positivo, que es mucho, pero también se presentaron aspectos a solucionar, por supuesto que sí. Por ejemplo, el equipo está desequilibrado por el medio, pues cuenta con muchos peones de ataque y pocos futbolistas capacitados para echarle una mano a los zagueros. Dos delanteros, dos hombres de banda como Caffa y Momo que tampoco se caracterizan por un trabajo estajanovista a la hora de correr hacia atrás, Salva Sevilla... Mel, sin duda, deberá hallar una solución para impedir que se generen tantas distancias por ahí, pues no siempre va a haber un rival tan inocente como el Granada de ayer en el rincón de enfrente. Suerte que Goitia salvó algunas claras ocasiones de gol tanto de Mensah como de Orellana, pues en caso contrario el resultado podía haber sido menos agradable.

 

Claro que ésa es la ley del fútbol. En este deporte siempre se presenta aquello de que "hubiera sido de mi vida si...". Si periquito marca o no se pita ese fuera de juego o esto o lo otro. Lo cierto es que Ceballos Silva consignó en el acta un 4-1 favorable al Betis y lo hizo porque el juego de uno y otro equipo condujo, sin duda, a una diferencia de ese tipo tanto en el electrónico final como en el mismo recuento de las ocasiones.

 

También tuvo alguna parte de responsabilidad para que así fuera, ya que el entrenador verdiblanco acertó con los peones que iba introduciendo. Tal vez las retinas de los aficionados se queden con la calidad atisbada en la persona del juvenil Ezequiel, pero mucho más trascendente para el devenir del juego fue la entrada de Beñat por Momo cuando el Betis sufría por el medio. Esto liberó a Salva Sevilla del trabajo más exigente y por ahí ya se disparó de manera definitiva el cuadro heliopolitano. El Betis hasta se permitió el lujo de golear para que los suyos, ayer sí al menos, pudieran sonreír con su equipo. Mejor así.

Ficha técnica: 

4 - Real Betis: Goitia; Isidoro, Belenguer, Dorado, Nacho; Caffa (Ezequiel, m.46), Iriney, Salva Sevilla (Israel, m.83) Momo (Beñat, m.70); Rubén Castro y Jorge Molina. 

1 - Granada CF.: Roberto; Nyom, Mensah, Iñigo López, Siquiera (Kitoko, m.80); Bergantiños, Abel Gómez (Carlos Calvo, m.,63); Orellana (Collantes, m.81), Oscar Pérez, Dani Benítez; y Geijo. 

Goles: 1-0: m.15, Dorado. 1-1: m.31, Dani Benítez. 2-1: m.43, Jorge Molina. 3-1. M.72, Salva Sevilla. 4-1: m.75. Jorge Molina 

Árbitro: Andrés M. Ceballos Silva (c.extremeño). Mostrò tarjeta amarilla a Isidoro (m.24), Iriney (m.26) Sequiera (m.32). 

Incidencias: Partido disputado en el estadio Manuel Ruiz de Lopera en jornada de calor (unos 35 grados), con unos 30.000 espectadores, de ellos algo más de dos centenares de aficionados granadinos. 

 

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