El 3 de junio de 2007 será una fecha difícil de olvidar para Manuel Redondo. El jugador del Sevilla Atlético sufría una grave lesión en la ida de la primera eliminatoria del play off por el ascenso ante el Universidad de Las Palmas en un campo de césped artificial. El lateral zurdo se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, por lo que debía estar apartado de los terrenos de juego entre 6 y 8 meses. Pero hasta el pasado domingo, 13 de abril, más de diez meses después, no reapareció en un partido oficial. Fueron sólo unos minutos testimoniales. Pero se convirtieron en el primer paso hacia la vuelta a la normalidad de un jugador con un futuro prometedor.

-¿Cómo se sintió al saltar otra vez al césped después de tantos meses parado?

-La verdad es que me sentí bastante raro después de tanto tiempo sin jugar un partido oficial. Me veía con la camiseta puesta dentro del campo y sentía algo que no me había pasado casi nunca. Era como el cosquilleo que se siente cuando uno debuta en un equipo.

-¿No cree que, quizá, su regreso a los terrenos de juego se ha hecho esperar más de lo que pensaba al inicio de la lesión?

-Llevo unas seis semanas entrenando con el filial. No he jugado antes porque me faltaba ritmo de juego. Estaba muy por debajo del ritmo de competición que ahora tienen el resto de mis compañeros. También me faltaba el físico para competir al máximo nivel y necesitaba recuperar el tacto con el balón. Son muchas cosas y, aunque no se olvida jugar al fútbol, hace falta pasar por etapas.

-¿Cómo han sido estos meses en los que veía desde la grada el buen hacer del filial? ¿Ha sido muy importante la ayuda de su entorno más cercano?

-Han sido meses duros. Una lesión tan grave y en un momento como el que estaba viviendo con el filial, en medio de una fase de ascenso, no es fácil de asimilar. Pero con la ayuda de la familia, los amigos, mis compañeros y el club he salido adelante. Otra vez estoy jugando al fútbol con total normalidad. Este palo me ha hecho más fuerte en la parte mental. De todo se aprende. Ya no quiero pensar en la lesión, sólo quiero pensar en entrenar lo más fuerte posible y en jugar al fútbol muchos años.

-Dice que lleva seis semanas entrenando con el resto de tus compañeros. ¿Para cuándo se podrá ver a Redondo disputando 90 minutos?

-Cuanto antes sea mucho mejor. Me siento fuerte para jugar los 90 minutos completos de un partido, pero esas decisiones le corresponden al entrenador y no a mí. Si dependiera de mi persona, lo haría ya. Pero yo lo que quiero hacer es el máximo número de minutos posibles antes de que se termine la temporada.

-¿Cómo afronta los partidos que le quedan con el Sevilla Atlético? ¿Para usted es más importante la próxima temporada?

-Cuando finalice este año seguiré trabajando para llegar al año que viene en la mejor forma posible. Una vez que he superado todo el tema de la lesión mi único pensamiento es ponerme lo más fuerte posible para serle útil al equipo. Pero estoy aquí para ayudar al equipo esta temporada y las siguientes.

-Antes de su grave lesión, en el entorno del club se hablaba de que esta temporada sería la de su salto al primer equipo. ¿Le obsesiona esta idea?

-Yo ahora sólo debo pensar en el filial. Si más adelante el primer equipo quiere contar conmigo, yo estaría encantado de jugar con ellos. Ésa es la ilusión de cualquier canterano cuando comienza a jugar al fútbol en este club. Pero no me obsesiona. Yo soy jugador del Sevilla Atlético y sólo pienso en eso.

-Fuera de sus asuntos personales, y como espectador de lujo del filial, ¿cómo está viendo el año que están realizando sus compañeros de equipo en el regreso a Segunda del Sevilla Atlético?

-Creo que el Sevilla Atlético está realizando una fenomenal temporada. Una temporada increíble para ser la del debut en Segunda División de muchos futbolistas. Este equipo se merece estar arriba, pero es cierto que ahora todos los equipos se juegan mucho y no es fácil sacar los partidos adelante. Pero el nivel de este equipo se demuestra en empates como contra el Numancia.