El día después del bochorno en el derbi fue amargo en Heliópolis, pero apenas de puertas para adentro. Nadie del club tomó la palabra para dirigirse a los aficionados, por más que éstos fueran los únicos que mantuvieron el tipo en Nervión. Las palabras del presidente, Miguel Guillén, casi obligado por la presencia de las cámaras de Canal Plus, del entrenador, Pepe Mel, y de Salva Sevilla eran las únicas que este lunes se mantenían como reacciones a la dolorosa derrota. A través de las redes sociales, algunos jugadores sí quisieron pedir disculpas a los aficionados, aunque siempre por iniciativa propia.

"Quiero pedirles mis más sinceras y dolorosas disculpas a nuestra Gran Afición Bética! Soy el primer gran decepcionado, lo siento de corazón!", señaló el meta Adrián en su cuenta de Twitter horas después de las derrota. Y es que el meta verdiblanco fue uno de los más señalados, después de su error nada más comenzar el encuentro. El de Su Eminencia había recalcado su ilusión por disputar un encuentro de máxima rivalidad y ayer era una de las imágenes de la derrota, aunque con el paso de las horas su frustración se convirtió en ganas de revancha.

"Pedir disculpas por el partido de ayer, no os merecisteis el partido que hicimos sabiendo toda la gente que había apoyándonos en el estadio...", apuntó Rubén Pérez, que añadió un segundo comentario, después de que dejara al Betis con diez en la segunda parte del derbi: "Y en vuestras casas y sobre la expulsión no pude hacer otra cosa porque él tira a puerta y me da el balón en la mano. PIDO DISCULPAS".

"Pido perdón a todos!!!!", colgó Paulao a primera hora de la mañana, justo después de someterse a las pruebas médicas que determinaron su lesión muscular. "Sólo podemos pedir disculpas, sentimos esta vergüenza, no estuvimos a la altura, ahora más que nunca es cuando tenemos que estar unidos!!", añadió por la tarde Jonathan Pereira, otro de los más señalados tras su mal partido y que expresó así su sentir ante los aficionados en las redes sociales.

Otros dos jugadores que no participaron en el partido, y que ni siquiera entraron en la convocatoria, como Joel Campbell y Chica, también lanzaron su mensaje a los béticos. "Duro golpe pero este equipo siempre se levanta por la fuerza de su afición y el coraje de sus jugadores, vamos #Betis", apuntó el costarricense, quien vivió en el propio campo la derrota de su equipo. "Un día triste por la derrota pero sobre todo por toda esa gente que desde el campo o sus casas nos animó y confió en nosotros", señaló el lateral catalán, quien sí disputara el derbi de la pasada temporada en Nervión.

A la espera de que el equipo regrese este martes al trabajo en la ciudad deportiva, las únicas reacciones este lunes aparecieron de manera espontánea por parte de los jugadores y en las redes sociales. Desde el club verdiblanco nadie envió un mensaje a los aficionados, pese a que los que acudieron al Sánchez-Pizjuán tampoco pudieron presenciar el encuentro al completo, debido a la tardanza en el traslado y en el reparto de las entradas, pese a lo anunciado durante la semana.

Mientras tanto, Mel, que asumió la culpa de la debacle en la sala de prensa, se reunirá este martes con su plantilla para analizar una derrota que ya hizo saltar las chispas en las entrañas del vestuario, tanto al descanso como a la finalización del encuentro. La falta de intensidad y concentración de los jugadores durante el primer tiempo provocaron el enfado y la sorpresa de todos, que no se esperaban esa reacción a la presión ejercida por el Sevilla.

El técnico verdiblanco tiene ante sí un mes decisivo, tanto por lo que significará para la clasificación como para la moral del equipo. Real Madrid y Deportivo en la Liga y Valladolid en la Copa del Rey esperan al Betis en apenas ocho días que marcarán su devenir en la competición. Mientras tanto, este lunes todo era silencio en Heliópolis. Salvo en los mensajes vía Twitter.