Pragmatismo y confianza en el futuro: ése es el sentimiento que transmitieron los internacionales españoles Thiago Alcántara y Nolito, quienes quitaron importancia a los problemas que tiene el equipo para marcar goles.

El pragmatismo lo puso Nolito, cuando declaró en la rueda de prensa: "Ojalá ganáramos siempre 1-0". Y también insistió en la posibilidad de mejora. "Unas veces meteremos más goles y otras menos. Pero llegarán", aseguró.

Thiago tiene una opinión parecida: "Lo más importante es ganar los partidos, no marcar cinco goles". Y recordó: "España en los últimos cuatro torneos importantes ha ganado dos Eurocopas y un Mundial. Tenemos un buen balance defensivo y ofensivo. Somos una selección compensada, con grandes defensores y gente que quiere marcar goles. Tenemos todos los números para marcar".

La selección española debutó el lunes en la Eurocopa con un triunfo 1-0 ante la República Checa gracias a un agónico gol de un central, Gerard Piqué, a tres minutos del final.

Ese tanto llegó después de convertirse en la selección con mayor porcentaje de posesión, un 67%, en la presente Eurocopa. Además, fue el equipo que más pases intentó (690), lo que habla de un estilo consolidado, el mismo que viene exhibiendo desde hace ocho años, cuando ganó la Eurocopa con Luis Aragonés como seleccionador.

Sin embargo, entre los elogios al equipo, una pequeña crítica se cuela entre los analistas: lo mucho que genera la selección y lo poco que concreta. Es decir, lo que le cuesta marcar goles.

España juega con la experiencia de conocer que tiene un estilo ganador, que en números se traduce en pocos goles anotados y menos recibidos, aunque también es cierto que con ese estilo cayó en la primera fase del último Campeonato del Mundo.

Entonces, jugó con fuego y se quemó. Hizo un gol en el primer partido ante Holanda, pero recibió cinco. Y luego se quedó sin marcar ante Chile, que hizo dos tantos. El triunfo 3-0 ante Australia del final no le sirvió para nada a la postre.

Pero la selección española se queda con los buenos recuerdos y un estilo característico.

"Tenemos ganas de jugar el próximo partido ante Turquía, de jugarlo bien, de intentar ganarlo. Eso es lo más importante. Tenemos nuestro fútbol y estudiamos a nuestro rival para jugar mejor e intentar ganar el partido", explicó Thiago.

Parece como si el combinado de Del Bosque ya conociera este escenario: dificultad para marcar goles, pero triunfos. Por eso, nadie parece ponerse nervioso, por más que el lunes estuviera a tres minutos de sumar su primera decepción. "El objetivo es ser campeones", resumió Thiago.