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"El que levante el pie... se lo piso"

  • Comas subraya la actitud del equipo ante el Akasvayu, pero insiste en que la confianza lograda no se torne en relajación

El efecto Comas ya tiene beneficios: compromiso y actitud. El nuevo técnico cajista sabe que le queda mucho trabajo por delante con esta plantilla, pero de momento las bases están siendo muy sólidas. Una victoria no está mal para empezar, sobre todo anímicamente porque los jugadores necesitaban un espaldarazo así, aunque la carrera de fondo por la salvación será larga y "todavía no se ha conseguida nada, sólo un triunfo".

Con todo, el entrenador reconoce el carácter redentor del triunfo en Gerona, aunque en la particular liga de los sevillanos hay todavía mucho que hacer. "El próximo partido se encara de una forma distinta en lo anímico, pero no por ello podemos permitirnos ni una pizca de relajación. Sólo ha sido una victoria. Afrontábamos una Liga de 17 partidos, ahora 16, en los que la relajación no debe existir", apuntó el catalán, quien ahora analiza el último encuentro en busca de seguir mejorando: "Era de esperar que el Akasvayu reaccionara en el tercer cuarto, porque en la primera mitad les dimos un baño. Tenemos que mejorar en el rebote, aunque estuvimos mejor en cuanto a las pérdidas de balón y las recuperaciones. Cuando no estuvimos acertados en ataque, cimentamos la victoria desde la defensa. Encajamos 16 puntos, pero sin el carácter que mostramos podrían haber sido 26. Ése es el camino".

Sin apenas tiempo para cambiar nada, Comas destacó que la pasada semana su labor se limitó más a hacer de psicólogo que otra cosa, porque recuperar anímicamente a la plantilla era el primer paso en busca de la reacción. "Si cuento lo que les dije antes del choque, todo el mundo podría ser entrenador. Apelé a su autoestima para afrontar la adversidad con la cabeza alta, porque eso es lo que hace un equipo grande. Espero jugar siempre con esa actitud. El que levante ahora el pie del acelerador se lo piso", señaló.

Ganar al Akasvayu permitió a los hispalenses salir de los puestos de descenso, pero todavía la soga está alrededor del cuello y con una derrota este sábado ante el Ricoh Manresa volvería a apretar muy fuerte. "Aquí, el más tonto hace un reloj de madera y funciona. En la ACB no hay tontos, no hay rivales fáciles, y el de Manresa no será un choque nada sencillo. Llevan tres victorias victorias consecutivas, la última ante el Tau, y no es casualidad. Ese equipo está hecho con la cabeza, y no con los pies. Además, todo va encaminado a la integración y a la implicación de la gente con el club. Los americanos, a los quince días, ya están identificados con el proyecto, y los españoles tienen un papel muy relevante".

Lo cierto es que el calendario da ahora un respiro y la oportunidad de sacar la cabeza o ahogarse definitivamente. Después vendrá la visita al Fuenlabrada y dos partidos consecutivos en casa con el Gran Canaria y el Iurbentia Bilbao: "Estar tan abajo en la clasificación no tiene una explicación única ni lógica. Suele ser la suma de muchas cosas. El Real Madrid de los galácticos tampoco funcionaba. Hay que ser felices jugando y salir obsesionados en que los partidos duran 40 minutos y no se puede desfallecer".

"El pasado es pasado", decía Comas en su presentación sobre la paupérrima primera vuelta realizada por el equipo, pero esto es algo que el propio Comas se aplica a su actual situación, al hilo de su regreso a Sevilla: "Parece que me marché ayer. Me fui con la sensación de que no había terminado el trabajo, y ahora tengo otra oportunidad para acabarlo. Soy consecuente con lo que hice. Cometí un error y acaté la decisión del club".

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