El Écija sabe que algunas eliminatorias se ganan gracias a la diferencia de goles o a la eficacia anotadora del equipo en su feudo. La visita del equipo a El Alcoraz de Huesca este domingo supondrá una nueva prueba de fuego en la misión de lograr el ansiado billete definitivo hacia la recién llamada Liga Adelante, sueño de los astigitanos desde que la temporada regular dio pie a mirar adelante con más optimismo que delicadeza.

La eliminatoria ante el Deportivo B volvió a dejar claro que el equipo sevillano es muy fiable en su parcela defensiva, principal elemento de arranque de cara a conformar un juego dinámico y eficiente. Su caída por la mínima en la ida (1-0) dejó paso a un encuentro de vuelta en el que el Écija sentenció a su rival apoyándose en una seguridad defensiva abrumadora que le permitió dar un paso adelante casi definitivo. La eliminatoria ante los gallegos no fue sino el reflejo de una campaña en la que terminó siendo el segundo equipo menos goleado del Grupo 4 de la Segunda División B, sólo por detrás de un Jaén en ningún momento aspirante a las plazas de honor. Pese a que sus números le hacían ser el menos goleado en casa (sólo 10 encajados), esta vez deberá hacerse fuerte en su desplazamiento ante un equipo que sabe ya lo que es dejar atrás a su rival gracias al factor de los tantos a domicilio. La clasificación del Huesca ante el Gavá (2-2 en la ida y 1-1 en la vuelta) se apoyó en el buen hacer del equipo a domicilio, por lo que el resultado del Écija en la ida tendrá que evitar posibles sustos en San Pablo. El periplo del Huesca en relación a su poder defensivo también es preocupante, ya que sólo encajó 27 goles en toda la campaña en su grupo 2, pese a terminar en el segundo puesto.

La noticia de la semana fue sin duda la ya prevista baja de Pepe Díaz, sancionado por Competición, aunque el técnico del Écija, Josep María Nogués, se mostró muy tranquilo y fiel a la rutina de su equipo, que no variará su forma de desenvolverse ni por ese hecho ni por el determinado juego de su rival.

Se antoja de esta forma prometedor el primer duelo de una eliminatoria que pondrá a cada uno en un lado de la balanza. Mucho tendrá que ver en ello el acierto goleador de cada cual en su desplazamiento al campo rival, por lo que los albiazules anuncian batalla desde el comienzo, mirando de reojo, eso sí, al encuentro de vuelta en un estadio de San Pablo que ya se prepara para tener más localidades que nunca.