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La revancha de Ferrari contra el poderío de Mercedes

  • Alonso, que ganó el pasado año en Shanghai, ante su hora de la verdad

El Gran Premio de China de Fórmula 1, que se disputará este fin de semana en el circuito internacional de Shanghai, mostrará si el piloto español Fernando Alonso (Ferrari), que ganó allí el año pasado, será capaz de recortar distancias ante la superioridad de Mercedes en este Mundial.

La prueba supondrá para Ferrari una esperada hora de la verdad, después de que Alonso prometiera que "la revancha (frente a las flechas plateadas) será en China", y dijera que es a partir de Shanghai, Montmeló y Mónaco cuando su escudería debería empezar a subir al podio.

En efecto, la ronda anterior, en Bahréin, en la que Alonso acabó noveno y su compañero, el finés Kimi Raikkonen, décimo, era técnicamente la peor del Mundial para su F14-T, pero también sirvió para confirmar el difícilmente mejorable arranque de temporada de Mercedes, cuyos pilotos acaparan las tres victorias.

En efecto, el alemán Nico Rosberg continúa liderando el campeonato, con 61 puntos, tras ganar el Gran Premio de Australia en Melbourne y quedar segundo en los dos siguientes, seguido, a 11 puntos, por su compañero británico Lewis Hamilton, que fue segundo en Australia y ganó en Sepang (Malasia) y Sakhir (Bahréin).

Históricamente Shanghai no es un mal circuito para el asturiano, que ganó allí por primera vez con Renault el Gran Premio de China en 2005, el año en que logró el primero de sus dos campeonatos mundiales, y que repitió esa victoria el año pasado, la primera de las dos que logró cosechar durante la temporada anterior.

Con todo, Ferrari ha sufrido para tratar de plantar batalla a la superioridad técnica de los motores Mercedes en las tres primeras rondas del Mundial (en las que Alonso acabó dos veces cuarto y una noveno), y en esta cuarta etapa se verá si sigue lastrado por los mismos problemas de potencia y lentitud en las rectas.

Tras los malos resultados de Bahréin, y los años de sequía desde que Raikkonen ganó para la escudería el Mundial de 2007, y el Mundial de constructores que se logró en 2008, el que fuera durante seis temporadas director deportivo del equipo de Maranello, Stefano Domenicali, acabó presentando su dimisión.

Le sustituirá por el momento Marco Mattiacci, hasta ahora consejero delegado de Ferrari para Norteamérica, un directivo brillante para la compañía, aunque sin experiencia deportiva, que fue designado por el propio presidente, Luca Cordero di Montezemolo, quien dijo "sufrir" en Bahréin, al ver a sus coches rojos tan lentos.

Aunque tampoco hay que descartar las opciones del tetracampeón alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que va quinto en el Mundial, a 38 puntos de Rosberg, y a sólo 3 de Alonso, y que ya logró en Shanghai su primera victoria con su actual escudería en 2009, los favoritos para la prueba de China son los Mercedes.

Tras la espectacular batalla que ambos presentaron en las últimas 10 vueltas de Bahréin, la expectación está garantizada, con los ojos puestos en lo que pueda dar de sí en Shanghai la escudería alemana, que logró allí en 2012, con Rosberg, su primera victoria del siglo.

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