Vela l Audi MedCup

Cuatro sevillanos en alta mar

  • La embarcación onubense 'Caser-Endesa', que cuenta entre sus filas con cuatro hispalenses, ostenta un meritorio tercer puesto en la general del circuito, tras el segundo puesto alcanzado en Cerdeña

Sevilla no tiene mar, pero muchos deportistas nacidos en ella sienten la llamada de éste a la hora de practicar el deporte. No sólo se trata de la vela olímpica, donde destacan sobremanera Marina Alabáu, número uno en la modalidad RS:X de windsurf, o su rival en la prueba, Blanca Manchón. También hay otros navegantes tal vez un poco menos conocidos para el gran público, pero que brillan en las pruebas del calendario náutico veraniego. Un ejemplo de ello está en el Caser-Endesa, embarcación originaria de Punta Umbría que cuenta entre sus filas con nada menos que cuatro hispalenses.

El primero de ellos es Juan Luis Paez, que, a sus 38 años, es el patrón de este navío. A su vera está Sergio Llorca, encargado de las labores de primera caña tras haber cedido el testigo a Páez para conseguir una renovación con respecto a años anteriores. Llorca, hombre conocedor de este mundo, fue introducido en esta disciplina por su padre, que tenía un barco. Por supuesto, no se dedica en exclusividad al deporte, sino que trabaja para diferentes empresas relacionadas conla vela. Completan el cuarteto los hermanos Fernández Cataño, Bosco y Valentín, quienes además de aportar una gran experiencia, son sumamente intuitivos y escrupulosos en su trabajo, según afirman sus compañeros. Ambos reconocen que, a veces, resulta complicado conciliar vida familiar y deportiva, pero aseguran que la vela les ha regalado grandes momentos: "Nunca olvidaremos el logro del Campeonato del Mundo con el Quum, fue impresionante e inolvidable". En esa conquista, tan sólo faltó Juan Luis Paez: "Le echamos de menos, porque desde pequeños hemos vivido muchas cosas juntos".

El Caser-Endesa logró recientemente el segundo puesto en el Trofeo Región Autónoma de Cerdeña, celebrado el pasado mes de julio en la localidad italiana de Cagliari. Este torneo es la tercera prueba puntuable dentro del Circuito Audi MedCup, que cuenta con cinco regatas. La cuarta da comienzo hoy en la localidad portuguesa de Portimao.

Conforme avanzaba la competición, el velero andaluz del armador Javier Goizueta deja mejores sensaciones gracias a una óptima progresión, pues a pesar del estreno incierto en Alicante, donde llegaron sin tiempo de entrenamiento, consiguieron rehacerse y estar al máximo de sus posibilidades.

En los triunfos alcanzados hasta el momento tiene mucho que ver la larga trayectoria que une a estos cuatro compañeros y amigos. Desde pequeños competían juntos en los diferentes campeonatos organizados por el Club Náutico de Sevilla y cuando surgió la posibilidad de unirse profesionalmente no lo dudaron y emprendieron ésta larga aventura que tiene sus orígenes en el Cutty Sark, embarcación en la que estuvieron cinco años y con la que lograron dos Copas del Rey.

Posteriormente, pasaron a formar parte del Quum y fue precisamente en ese momento cuando surgió el embrión que desembocaría en el actual Caser-Endesa: "Con este proyecto llevamos ya tres años, aunque es en este 2009 cuando hemos decidido competir por primera vez en un circuito internacional de primer nivel, como es la Audi MedCup", afirmaron. Gracias a toda la experiencia adquirida con los años, ahora recuerdan con añoranza sus comienzos y destacan la labor realizada por algunas instituciones sevillanas: "Es cierto que Sevilla no tiene mar y eso supone un freno para quienes practicamos este tipo de deportes, pero gracias a organismos como el Club Náutico la vela cada vez está más cerca de todos", relata Páez.

Después de las victorias, no sólo vienen los reconocimientos, sino también las reflexiones y las decisiones para ejecutar un buen plan de entrenamiento, con la dificultad que esto entraña para la tripulación de una embarcación como el Caser-Endesa: "Lo malo es que tenemos que entrenarnos con barcos inferiores, por lo complejo de ejercitarse con el original. Aun así, la preparación conlleva unos 20 días en los que disputamos entre 5 ó 6 regatas al año". Estas cifras se asemejan bastante al tiempo de competición, que no dura más de 25 días anuales.

A pesar de todo, los hispalenses aseguran que no les resulta sacrificado dedicarse a esta práctica, pero reconocen que a veces el estrés hace estragos entre ellos: "Mucho más difícil que competir es la convivencia, pues se pasan muchas horas juntos, pero siempre se intenta hablar las cosas en grupo y como profesionales", continúa Páez.

A partir de hoy, los regatistas buscan subir otro peldaño en Portimao, donde tiene lugar hasta el 23 de agosto el Trofeo de Portugal, cuarta prueba de esta Audi MedCup. El equipo andaluz afronta esta cita consciente de que cualquiera puede lograr la victoria: "Todos nuestros rivales en la modalidad GP42 pueden hacerse con la carrera", concluyeron realistas, pero seguros de sus posibilidades para hacer un buen papel.

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