La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) ofrecerá el próximo día 20 un concierto en un escenario infrecuente, aunque ya visitado en anteriores ocasiones por la formación, como el centro penitenciario Sevilla I. La cita, promovida dentro del acuerdo entre el Teatro de la Maestranza y la Obra Social de La Caixa, tendrá un repertorio de piezas vinculadas a Sevilla, y reunirá al menos a unos 50 músicos ya que, según precisó la directora gerente de la ROSS y del Maestranza, Remedios Navarro, "tendremos que adaptarnos a las dimensiones del escenario del salón de actos, pero en todo caso habrá una alta representación de la orquesta". Antes del recital, los reclusos habrán asistido a un taller impartido por la pedagoga Ana Hernández, y se prevé igualmente que algunos de los presos se desplacen, acompañados de monitores, a los ensayos generales que aborda la orquesta antes de otros estrenos.

Navarro anunció la celebración de esta actividad junto al director ejecutivo territorial sur de La Caixa, Juan Reguera, con el que presentaba ayer otra iniciativa destinada a acercar la música a otros colectivos: la adaptación al público infantil de la ópera de Rossini La Cenicienta. Esta producción del Liceu de Barcelona dirigida por Joan Font (Els Comediants) ya se representó con gran éxito en Sevilla en 2010, y, ahora, este colorido espectáculo congregará durante la semana próxima a más de 13.230 alumnos de 159 centros de Andalucía y Extremadura, una cifra que demuestra que la Ópera para escolares es "una de las ofertas del teatro que más demanda tiene". En total serán ocho funciones -del lunes al jueves, con dos pases cada día, a las 10:00 y a las 12:00-, aunque antes de estas matinales el Maestranza acoge este domingo, a las 19:00, una sesión familiar abierta al público para la que se han agotado las entradas.

La Cenerentola vuelve al Maestranza en una versión "llena de comicidad, teatralidad y movimiento", que incorpora, destaca Navarro, a un nuevo personaje, una ratoncita que ejerce de "hilo conductor" del cuento. Joan Font ha diseñado una "curiosa, divertida, comprensible y original reducción para niños" del cuento de Perrault, pero el director de escena confía en el potencial de una historia que "viene de muy lejos", de la que "ya tenemos noticia desde los egipcios". Para el miembro de Els Comediants, conocedor de las claves para conectar con los espectadores más jóvenes gracias a los montajes La pequeña flauta mágica, sobre la ópera de Mozart, y Orfeo y Euridice, de Gluck, "todos hemos pasado, en algunos momentos de nuestras vidas, por el síndrome Cenicienta, es decir, todos queremos huir de nuestra propia realidad y experimentar el cambio que supone que la fortuna atraviese la puerta de tu casa y te bese la mejilla".

Desde un punto de vista musical, La Cenicienta reúne "todos los ingredientes" para entender la obra de Gioachino Rossini. El programa incluye así "arias, interpretadas por la brillante protagonista Cenicienta, repletas de ornamentaciones; melodías rítmicas y cómicas, bufas, en boca del padrastro Don Magnífico o del lacayo Dandini, y arias cargadas de nobleza y florituras vocálicas". La música oscila entre momentos de "serenidad y melancolía" o de "intenso dramatismo", fragmentos "cómicos de una gran riqueza ritmica", melodías alegres o duetos de amor. Además de la "luminotecnia de efectos especiales", del "vestuario chillón e imaginativo", La Cenicienta cuenta con otro recurso para cautivar a los asistentes: antes de asistir a la obra, cada escolar ha visto con su profesor un material didáctico que le informaba sobre el compositor, sus creaciones y su época.