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Artes Escénicas

Irene Cantero y la poesía de los cuerpos celestes

  • La creadora estrena en el Teatro Central ‘Saturar lo o(ra)cular’, una propuesta sobre la anatomía, las estrellas y la luz

Irene Cantero, junto a Jesús Barrera, en Un gato en bicicleta.

Irene Cantero, junto a Jesús Barrera, en Un gato en bicicleta. / José Ángel García

Cuando resume su carrera, Irene Cantero (Sevilla, 1985) afirma que lleva años, décadas, preguntándose por "la forma de pensar el cuerpo a través del espacio y la luz", como si desde sus comienzos hubiese barruntado que su forma de expresión no se limitaría al movimiento, que éste dialogaría con otros flancos. Saturar lo o(ra)cular, la propuesta que estrena este viernes y el sábado (19:30) en la Sala B del Central, es la última aventura de esta coreógrafa, bailarina, escenógrafa e iluminadora, un espectáculo que habla de la relación entre la anatomía y las estrellas desde las intuiciones y la poesía, combinando distintos lenguajes. "En la programación del Central, Manuel Llanes nos puso en la categoría de indisciplina, y creo que es así, que me muevo entre una disciplina y otra, como hacen muchas otras creadoras ahora". Hoy defiende su condición mestiza con orgullo, pero llegar a esa conclusión no le fue fácil: "Están muy marcados los roles en la educación. Yo había estudiado Escenografía, y quería dedicarme a la iluminación, pero había bailado desde pequeña, estudié en el Conservatorio y quería hacer coreografía. Y se supone que si estudias danza es para centrarte en ser bailarina y dedicar todas las energías a tu cuerpo, y que si eres iluminadora no puedes ser nada más, que también eso requiere muchas horas. Supongo que fue la madurez, pero un día entendí que la práctica artística es algo más líquido, menos rocoso, de lo que pensamos, que puedes pasar de unos lugares a otros, y eso intento".

Saturar lo o(ra)cular, con la que Cantero regresa al Central tras una pieza que representó en el final de la temporada 2018-2019, es una muesca más en el recorrido de una artista que entiende los proyectos "como erupciones de un proceso más largo, como una investigación de temas que me interesan y de la que van surgiendo distintas cosas: ahora es una obra para la escena, ahora una publicación", indica la sevillana, hija del añorado gestor cultural Chus Cantero. "Yo estaba estudiando un máster sobre nuevas prácticas performativas en la Universidad de Estocolmo, y ahí empecé a explorar qué conexiones podía haber entre la anatomía, la astronomía y la astrología, de una manera poética y muy ficcional, porque hay un montón de historias y leyendas que han mirado ese mundo de forma muy subjetiva. Desde que me dedico a la danza y el movimiento me interesa mucho mirar la anatomía, sacar el movimiento de ahí y relacionarlo con el afuera. Esta investigación me llevaba a los dos extremos: a lo más micro que tenemos, el interior de nuestros cuerpos, y lo más macro a lo que podemos aspirar, el exterior de la galaxia".

La propuesta va de “lo micro, el interior de nuestros cuerpos, a lo macro, la galaxia”

Una imagen promocional de 'Saturar lo o(ra)cular'. Una imagen promocional de 'Saturar lo o(ra)cular'.

Una imagen promocional de 'Saturar lo o(ra)cular'. / Irene Cantero

Cantero, que estará acompañada en escena por Natalia Jiménez Gallardo, Mar Rodríguez Valverde y Víctor Colmenero Mir, basa su reflexión en conceptos como "ese portal del cuerpo que es el ojo, tan presente en el estudio de la astronomía y la astrología desde los comienzos" y en la luz y en las "hermosas" lecturas y creencias que ésta suscitó "hasta que la física entendió que son ondas. Acercándonos al asunto de la visión, empezamos a contemplar aquellas que ocurren en otros planos, las visiones, lo intuitivo, lo no racional, el pensamiento mágico frente a lo que es tangible. Por eso el juego de palabras del texto, donde lo oracular se convierte en ocular. El oráculo como ese sitio donde necesitas que se te revele algo y el ojo, la anatomía, algo más objetivo".

Los mismos temas sustentan otra propuesta de Cantero, Correspondencias, coreografías, conversaciones, cosmologías, un conjunto de cartas en las que artistas "que se hacían preguntas similares" repasan sus vivencias e intuiciones sobre lo astrológico, lo astronómico y lo anatómico. "Fue un proceso muy emocionante: había un yo colectivo y un tú que también era colectivo, éramos varias pero fue como si fuéramos una. Estudiamos también cómo recibes una carta si la lees o si la oyes, e hicimos locuciones de cada texto que se pueden encontrar en internet", dice sobre unas misivas que se han podido consultar en el espacio Un gato en bicicleta y que ahora conforman "tres libritos". Porque la palabra, bien lo sabe Cantero, que nunca ha entendido las fronteras, también puede ser otra forma de baile.

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