Gonzalo Cappa

Igual que en los incendios, en la cultura hay parcelas directamente quemadas y otras a las que las llamas han afectado en mayor o menor medida. En el caso de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), su presupuesto ha quedado chamuscado después de que la Junta de Andalucía cambiase su modelo de financiación, pasando de la subvención directa a la subvención nominativa. El problema de fondo es que la Junta participa en las cuatro orquestas andaluzas y la factura anual de más de 5 millones de euros en conjunto resulta inasumible en la actualidad. Mientras, los ayuntamientos de Granada, Córdoba, Málaga y Sevilla, las ciudades en las que sobreviven las orquestas, también anuncian recortes en su aportación para 2013 aunque sus aportaciones, que llegan con retraso, sí están recogidas en sus presupuestos.

En el plano de la gestión, tanto la OCG como el Festival de Música y Danza han vivido un cambio en su dirección. En la orquesta, el Consorcio Granada por la Música decidió no renovar el contrato al director catalán Salvador Mas, cuya relación con los músicos se fue deteriorando a lo largo de sus cuatro años de mandato. Le sustituyó el director italiano Andrea Marcon, el elegido para recuperar el pulso de la orquesta y para dar un giro artístico. El músico ya tiene perfilada la programación para el próximo año aunque todavía no ha visitado Granada para tomar posesión de la batuta, pese a que fue nombrado el pasado mes de junio.

En el caso del Festival de Música y Danza, Enrique Gámez dejó la dirección tras más de diez años al frente. En su caso, su salida responde más a motivos personales que a profesionales; le sustituyó Diego Martínez, director del Archivo Manuel de Falla, una candidatura que defendió el Ayuntamiento de Granada con el claro objetivo de buscar nuevos recursos en el ámbito privado para paliar las menguantes subvenciones tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Andalucía. En lo artístico, Martínez apostará por dar un papel relevante a la obra de Falla en los próximos años y por aumentar a programación y la presencia del festival en la ciudad a lo largo de todo el año.

En cuanto a los conciertos, Granada ha visto cómo los músicos que antes llenaban sin pestañear las más de 8.000 localidades del Palacio de Deportes han tenido que mudarse a las 2.000 localidades del Palacio de Congresos. Y los que actuaban aquí han tenido que buscar escenarios más recónditos como la sala El Tren o el Auditorio Manuel de Falla. Hasta Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ha visto como su gira Dos pájaros contraatacan chocó con la crisis y sólo consiguieron llevar a 4.000 personas a un concierto que, cuatro años antes, llenó a reventar el Palacio de Deportes. Y luego está la enfermedad, que se ha cebado con muchos cantantes que, curiosamente, prácticamente no habían vendido una entrada pocos días antes del concierto. El Barrio, con lumbalgia, Isabel Pantoja por motivos técnicos o Umberto Tozzi por problemas de agenda han sido algunos de los que han cancelado conciertos.

La gran actuación del año llegó de la mano del Milenio de Granada y sus ventajas fiscales con Rufus Wainwright en el Auditorio del Generalife. En mayo, Lenny Kravitz presentó su último disco en Atarfe de la mano de la productora Musiserv.

Y aunque la polémica comenzó a finales de 2011, el Centro Saramago de Castril ha visto cómo se eliminaba el nombre del Nobel Portugués de la fachada después de que Pilar del Río, la viuda del escritor, anunciase su intención de abandonar la fundación. La Diputación gobernada por el PP insistió durante todo el año en su intención de mantener el centro, pero lo cierto es la biblioteca Saramago de Castril se ha convertido este año en el local de ensayo de la banda municipal y del coro rociero.

2012 tenía que ser el año en que el Centro José Guerrero regularizara su situación con la constitución de una fundación para garantizar la permanencia de los cuadros. Todavía no se ha cerrado el círculo pero parece que el centro de la calle Oficios no corre peligro con el entendimiento entre la familia del pintor y la Diputación. Pero mientras el Centro Guerrero permanece abierto, el centro Lorca permanece cerrado un año más aunque desde las instituciones se lanza el mensaje de que la situación está a punto de desbloquearse. 2013 dirá…

En cuanto a los festivales que se suceden en la ciudad como el Hocus Pocus, Jóvenes Realizadores, Cines del Sur, Retroback o Festival del Tango, permanecen inamovibles, con recortes pero estables. Igual que el Premio Lorca de Poesía, que en esta edición ganó el poeta cordobés Pablo García Baena, que cuando reciba en mayo de 2013 el galardón verá que en el cheque donde antes ponía 50.0000 euros ahora pondrá 30.000. En poesía, el nombre propio del año es del Antonio Carvajal, Premio Nacional por una obra coherente y de indudable rigor pese a que algún oponente poético pretendiese enturbiar en las redes sociales el galardón del autor de Un tigre en el jardín.