Real Betis

Dani Ceballos y el Betis, una historia de amor roto y pitadas

  • El utrerano fue recibido con una sonora pitada por parte de la afición cuando entró, dejando claro que no se olvida salida

  • El futbolista siempre ha hecho guiños cómplices al club para regresar algún día

Dani Ceballos disputa un balón con Ruibal.

Dani Ceballos disputa un balón con Ruibal. / Raúl Caro (Efe)

Lo de Dani Ceballos y el Betis es una historia de amor roto. Pero del desencuentro al encuentro hay sólo un paso. De los pitos a los aplausos puede haber 90 minutos para meterse de nuevo en el bolsillo a una afición que el domingo lo recibió con una sonora pitada cuando saltó a césped del Benito Villamarín. Todo es cuestión de tiempo.

Porque el tiempo todo lo cura..., o eso dicen. Aunque todavía escuece en Heliópolis su salida en 2017, pese a dejar en la caja más de 16 millones y haber sido una pieza clave en el ascenso en la 2014-15 y en las dos temporadas siguientes en Primera División. Incluso la hinchada se puso de su lado cuando el técnico Gustavo Poyet lo condenó un tiempo al ostracismo. Eran otros tiempos y al final lo que queda no es lo que aportó en el campo y a las arcas de la entidad, sino las palabras.

"Cuando vuelvo al Villamarín y me silban yo me siento bastante dolido", siempre ha dicho el jugador, que este domingo debió sentir lo mismo cuando se disponía a saltar al campo en el minuto 65 por Tchouaméni. Esta vez no entró a valorar la pitada, sino que volvió a realizar unas declaraciones de amor eterno en verdiblanco: "Para mí jugar en este campo es la cosa más bonita que me ha podido y ojalá que pueda venir aquí y la gente me siga queriendo".

Dani Ceballos, en pie en el banquillo del Real Madrid mientras la afición canta el himno del Betis. Dani Ceballos, en pie en el banquillo del Real Madrid mientras la afición canta el himno del Betis.

Dani Ceballos, en pie en el banquillo del Real Madrid mientras la afición canta el himno del Betis. / Antonio Pizarro

Por mucho que disfrutara en directo del triunfo en la final de la Copa del Rey de la pasada campaña en un palco del estadio de la Cartuja como un bético más, por muchas visitas al Benito Villamarín, como en el estreno liguero de este curso ante el Elche sentado junto a Sergio Canales, por muchas veces que salga en redes sociales enfundado con la camiseta del Betis y me gustas y comentarios en redes sociales... Nada sirve para poner de su lado a una parte de la afición que ni olvida ni perdona.

El utrerano acaba contrato este verano y lo mismo parece que la renovación por el conjunto blanco es un hecho, que su destino es la Premier o que de nuevo le pone ojitos a su Betis. Lo cierto es que desde el 1 de enero puede negociar con cualquier club, aunque en Heliópolis andan con el limite salarial más que ajustado y con las dudas de la figura del director deportivo tras el adiós de Antonio Cordón.

Pero hay asperezas que limar y declaraciones que, oídas en parte, fuera de contexto y, seguramente, sin conocer la realidad, pesan más que nada en el sentir de la hinchada. "Toda la mierda me salpicó a mí y el club se lavó las manos. El afectado es el jugador, que parece que es el malo de la película. Todo el mundo piensa que me fui por la puerta de atrás y es realmente falso, porque yo soy bético y a mí, cuando voy al Villamarín y me silban me duele", indicó en su día el futbolista.

El motivo, una renovación por el Betis que no llegó y desde la entidad se acusó a Ceballos de jugar con el Betis: "En su momento tuvieron la oportunidad de renovarme. Antes de que yo me fuera al Real Madrid y no jugaba con Poyet. El Betis fue más de listo, en el sentido de que esperó hasta el último momento, después de haber hecho un buen Europeo, para subirme la cláusula y esperar que yo renovara con el club. Y ahí ya tenía equipos importantes interesados en mí y era un tren que no podía dejar pasar", dijo en una entrevista en El Chiringuto el jugador. Estas palabras son ahora su condena.

La respuesta de López Catalán

Y claro, la acción conlleva una reacción: "Me ha molestado mucho. Esas palabras son erróneas y falsas. Dani está contando una película que está lejos de la realidad. El Betis pudo cometer un error de no firmarle una cláusula mucho mayor meses antes. Pero Dani Ceballos nos tuvo muchísimos meses dándonos largas para al final hacer una operación de salida pensando en él mismo y no en el Betis", afirmó en su día José Miguel López Catalán en Canal Sur, añadiendo: "Lo que no puede ser es que Dani Ceballos vaya por ahí dándose besos en el escudo y declarándose bético y que vaya diciendo cosas que son mentira". Y dejó claro que "es muy complicado que vuelva viendo cómo salió".

El cruce de declaraciones fue en 2018 y ha llovido desde entonces. No ha habido verano que su nombre no se haya vinculado al Betis ni el jugador ha dejado una sola ocasión de hacerle un guiño a la entidad verdiblanca y no esconde su amor por el Betis, por mucho que haya quien le critique por celebrar el gol que marcó en su anterior visita, en la temporada 2018-19, cuando marcó en el minuto 88 el 1-2, pese a pedir perdón por su acierto.

La calidad del futbolista sevillano está fuera de toda duda y no le sería complicado convertir los pitos en aplausos si llegara a vestir de verdiblanco. El movimiento se demuestra andando y en unos meses debe decidir su futuro. De blanco o de otro color seguirá oyendo una piada cuando pise el Benito Villamarín, pero si luciera de verdiblanco no tardaría mucho en convertir en aplausos los pitos que hoy se le clavan en el corazón por su historia de amor roto con el Betis y el beticismo.

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