Real Betis

Víctor, ante su hora clave

  • El consejo verdiblanco aguarda al duelo con el Eibar para que revierta la dinámica

  • La idea es mantener al técnico hasta el final de Liga, pero el resultado marcará el rumbo

  • Sondeo al mercado para la próxima temporada

Víctor Sánchez del Amo, junto a Dani Ceballos y Rubén Castro, en un entrenamiento.

Víctor Sánchez del Amo, junto a Dani Ceballos y Rubén Castro, en un entrenamiento. / víctor rodríguez

Las derrotas del Sporting en las dos últimas jornadas, ante Málaga y Real Sociedad, han prolongado el tiempo de Víctor Sánchez del Amo como entrenador del Betis. Ante el Eibar dispondrá de una nueva bala para revertir la dinámica. Una victoria reforzaría el deseo del director deportivo, Miguel Torrecilla, de mantenerlo hasta el final de la temporada, pero todo lo que no sea ganar lo pondría en el disparadero ante la necesidad que presenta el equipo verdiblanco de obtener un triunfo que evite aplazar la permanencia hasta las jornadas finales.

Tanto Ángel Haro como José Miguel López Catalán, los dos únicos hombres fuertes de la entidad a la hora de tomar decisiones de calado, han apoyado en privado esta semana al cuerpo técnico, pero ninguno se ha atrevido a aparecer en público, algo que sí hizo el presidente tras la derrota con el Villarreal, aunque fuera en los medios oficiales de la entidad. El varapalo de Las Palmas menguó el escaso crédito del entrenador y sólo el deseo de no tener que acudir a un tercero en esta temporada lo ha mantenido en el cargo.

Marcelino es el preferido para el año próximo para intentar ilusionar a la afición

En las últimas semanas, el club verdiblanco ya había iniciado los sondeos del mercado de entrenadores para la próxima temporada. La idea era que Víctor acabase la temporada y, salvo que encadenase una serie de victorias que ahora se da casi por imposible, cambiar el rumbo de este fracasado proyecto con un nuevo entrenador. Tras los experimentos de Poyet y Víctor, el consejo pretendería contar con un técnico de mayor prestigio, con lo que tratar de vender una nueva etapa a su hastiada afición. Ahí entra el nombre de Marcelino García Toral, el preferido de una lista en la que también aparecen otros como Quique Setién, que no continuará en Las Palmas, o Eduardo Berizzo, que tiene aplazada su posible renovación con el Celta hasta que finalice su andadura en la Liga Europa.

La imposibilidad de contar con estos entrenadores en estos momentos es lo que ha movido a los dirigentes a mantener a Víctor en el banquillo, a la espera de que sea capaz de cambiar la dinámica y volver a ganar un partido. En la recámara para el caso de una nueva debacle ante el Eibar se mantienen alternativas que ya se manejaron cuando se despidió a Poyet -Luis García y Gregorio Manzano, entre otros- o la posibilidad de colocar a alguien de la casa que tuviera cierto predicamento ante la afición y el propio vestuario.

Eso sí, el club no querría comprometer su futuro más allá del final de esta temporada, de ahí que no sea sencillo tomar una decisión que ponga un final anticipado a la etapa de Víctor, quien además cuenta con un año más de contrato, pese a que en su momento se vinculase a quedar entre los diez primeros y que sólo quedaría resuelto en caso de descenso de categoría.

Mientras tanto, Víctor, ratificado como entrenador para el próximo año hace justo un mes tanto por López Catalán como por Torrecilla, trata de cerrar filas con el vestuario. El mensaje de Adán, uno de los capitanes y peso pesado del equipo, el pasado miércoles fue en esa línea de dejar a un lado los problemas individuales y centrarse en la labor colectiva para cambiar la cara de un equipo que ahora mismo es una máquina de perder. Las tres derrotas seguidas ante Espanyol, Villarreal y Unión Deportiva Las Palmas han hecho mella en la confianza del equipo, al haberse producido cada una con connotaciones distintas.

Primero fue la remontada sufrida en Cornellà-El Prat en los últimos minutos en un partido que parecía ganado tras el penalti anotado por Rubén Castro; cuatro días más tarde llegó la derrota ante el Villarreal y el ejercicio de impotencia realizado por el cuadro verdiblanco durante toda la segunda parte, tras haber encajado el 0-1 justo tras la reanudación; el ciclo de tres partidos en diez días se cerró con la goleada encajada en Las Palmas y el desmoronamiento del equipo tras recibir el primer tanto al borde del descanso.

Los resultados hablan por sí solos y el Betis de Víctor es el segundo equipo que menos puntos acumula en la segunda vuelta, en la que sólo ha vencido a Málaga y Osasuna, de ahí que la figura del técnico esté más debilitada que nunca. Frente al Eibar, y antes de dos salidas seguidas a Balaídos y San Mamés, Víctor se encuentra ante su hora decisiva.

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