Apenas tres partidos, los que acumula en las tres últimas jornadas, le han bastado a Fabián Ruiz para convertirse en una de las revelaciones de la Liga, pese a que le costó entrar en los planes de Quique Setién. El crecimiento experimentado por el palaciego no sólo se aprecia en su fútbol sino también en su fisonomía, como se comprueba en las dos imágenes de arriba con apenas 17 meses de diferencia.

La explosión de Fabián está coincidiendo con esa madurez de su físico. El centrocampista experimentó bastantes cambios en su cuerpo durante su etapa en la cantera, lo que retrasó, al menos con respecto a otros casos, el proceso necesario para adecuarlo a la élite. "Es muy complicado combinar el importante crecimiento en altura que tuvo hasta los 17-18 años con una amplitud muscular. Eso necesita tiempo y por eso quizá ha tardado más que otros jugadores", explica un experto médico sobre casos como el de Fabián.

El palaciego ya comenzó a partir del verano de 2016 a realizar un trabajo específico en el gimnasio para potenciar su tren superior, que presentaba un déficit que condicionaba su fútbol. La cesión al Elche, en el pasado mercado invernal, no sólo no significó un abandono de ese plan, sino que incluso, gracias a la buena labor de los readaptadores del club ilicitano, Fabián continuó con ese aumento de volumen con un trabajo extra tras finalizar cada entrenamiento.

El canterano ha aumentado en varios puntos su porcentaje de masa muscular, un factor que le permite ahora aumentar sus capacidades en el terreno de juego. Ya no sólo es el futbolista con buen manejo de la pierna izquierda de sus comienzos, sino que ha aumentado sus posibilidades para chocar con los contrarios y ayudar en las tareas defensivas.

La confianza de Setién también es otro factor que ha favorecido el desarrollo del canterano. Tímido fuera del terreno de juego, los mensajes del entrenador cántabro han sido como una liberación para Fabián, que ahora aparece en el césped con un perfil más atrevido. El sistema empleado por el Betis, con ese triángulo en el mediocampo con Javi García como vértice inferior y Guardado y Fabián por delante, también ayuda a obtener la mejor versión del canterano, con libertad para soltarse en el ataque aprovechando su elegante zancada, pero también aprovechando su cuerpo para colaborar en las tareas defensivas.

Fabián llegó a la pretemporada sin tener un rol definido en el equipo. Tras su cesión al Elche, los técnicos decidieron que comenzase el verano con el primer equipo, a la espera de que Setién lo evaluase. En las primeras semanas, el técnico comprobó el potencial del palaciego, pero la decisión sobre su permanencia en la plantilla no se tomó definitivamente hasta la concentración en tierras italianas. El paso adelante que Fabián experimentó en el amistoso ante el Milan, en el que incluso anotó un golazo, despejó cualquier duda y el canterano ya se ganó por derecho propio un lugar en el equipo.

Pese a todo, tampoco las primeras jornadas de Liga fueron fáciles para el palaciego, que disputó 12 minutos en el Camp Nou y posteriormente se quedó sin jugar ante el Celta y el Villarreal e incluso fuera de la convocatoria ante el Deportivo. Precisamente, la lesión de Narváez ante el equipo gallego le abrió la puerta del once en el Santiago Bernabéu, donde cuajó un excelente partido que ratificaría días después ante el Levante, partido en el que marcó un golazo. En la última jornada ante la Real, nuevamente el palaciego se marcó una gran actuación para celebrar la llamada de Albert Celades con la sub 21.

Precisamente, el seleccionador confirmó ayer a Fabián en la lista definitiva del combinado nacional para el partido del próximo día 10 ante Eslovaquia en Propad de la fase de clasificación para el Europeo, lo que mantendrá concentrado al bético hasta el lunes en Las Rozas.