La temporada del Betis no está siendo la estimada y eso hace que las miras se centren en la dirección deportiva. La labor de Miguel Torrecilla en su primer proyecto como responsable verdiblanco acumula bastantes más oscuros que claros, aunque desde la planta noble del Benito Villamarín mantienen la confianza en el salmantino y entienden que es pronto para evaluar, todavía, los resultados de su gestión.

Sin embargo, todo se mira con lupa, sobre todo, tras lo nefasto de su predecesor. En este caso, y según el portal Transfermarkt, ninguno de los fichajes realizados por el equipo verdiblanco en el verano se ha revalorizado tras unos primeros meses de competición en los que ninguno ha destacado sobremanera.

De hecho, más bien al contrario. Salvo excepciones, como Mandi, Durmisi, Sanabria o Donk -estos últimos en las últimas semanas, con Víctor, han tomado más relevancia-, el papel del resto de incorporaciones ha sido discreto. Zozulia, Brasanac o Nahuel tienen un rol prácticamente residual en la rotación: el argentino ha disputado 80 minutos este curso, por ejemplo.

Un lunar más que evidente que, además, se contrapone con uno de los puntos de la Memoria de Actividades presentada en la pasada Junta de Accionistas, que aseguraba que la "generación de plusvalías" era uno de los puntos claves para la configuración de la plantilla del primer equipo.

En la misma, además, se señala que N'Diaye y Beñat fueron las dos últimas grandes ventas de los verdiblancos, pues ambas dejaron dinero en caja, aunque bien es cierto que se produjeron con tres años de distancia, dejando apuestas inservibles por el camino. Es decir, mucho tiempo sin que la dirección deportiva acierte con una contratación que, a la larga, deje dinero en caja. Y la dinámica este curso parece similar.