El Ayuntamiento de Sevilla recalcó ayer que seguirá ejerciendo sus competencias y que no consentirá una situación "que se salga de la legalidad" respecto al caso de la discoteca de verano Luna Park, ubicada junto al Casino de la Exposición y que, según ha venido informando la administración local durante el pasado fin de semana, debe ser precintada por incumplir la normativa, por carecer de licencia y por ocupar la vía pública. El portavoz de gobierno municipal, Francisco Pérez, aseguró que la corporación "seguirá con trámites administrativos de todo tipo para que la situación vuelva a la normalidad", y que en este sentido se actúa con "garantías", conforme a la normativa, para que la actuación del Ayuntamiento sea "indiscutible e irreprochable".

Por su parte, el propietario de la sala, Narciso Márquez admitió una invasión del viario, aunque defendió que mantiene en buenas condiciones la zona que ocupa y que todas las discotecas y terrazas de la ciudad "hacen lo mismo". En declaraciones a Europa Press explicó que, a día de hoy, su negocio sigue funcionando, puesto que el precinto anunciado por el Ayuntamiento de Sevilla no se ha hecho efectivo, lamentando en este sentido el "ensañamiento" y las "mentiras" que considera han dirigido contra su negocio. Sobre la ocupación de la vía pública, aseguró que paga "religiosamente" un canon de 8.700 euros al Ayuntamiento que le permite el uso de 250 metros del viario, y que si ocupa algo más de terreno "es mucho menos que otras discotecas y no molesto a nadie".