La comisión para la adaptación de la ordenanza de veladores de Sevilla se reunió este lunes durante más de dos horas con el objetivo de poner posturas en común antes de aprobar la redacción definitiva de la nueva normativa. El Ayuntamiento ha recibido, de momento, peticiones de los hosteleros, de los vecinos afectados y de la asociación de peatones.

Los hosteleros (bares y restaurantes) reclaman horarios y sanciones "lógicos". El presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla, Pedro Sánchez-Cuerda, indicó a Europa Press que las principales reivindicaciones pasan por imponer un horario "lógico", frente a la pretensión municipal de reducir el tiempo máximo de funcionamiento hasta la 01:00, cuando con la ordenanza vigente se permite hasta las 02:00, y en las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) hasta las 23:00.

Los hosteleros reclaman que se rebaje la multa en las sanciones más graves penadas con 120.000 euros, poque eso "supone la defunción de un bar pequeño, ya que se está aplicando la misma normativa que cuando se construye un hotel en un parque protegido".

"Iremos claramente en contra del que incumple la ley, pero primero hay que propiciar un fundamento lógico y que dé seguridad jurídica", expuso Sánchez-Cuerda. "No podemos ser más estrictos en Sevilla, cuna del velador, que en París, Roma, Madrid o Viena", lamentó antes de explicar que los horarios proyectados obligarían a que en zonas saturadas los veladores tendrían que desaparecer a las 22:30, "lo que no parece lógico".

Los hosteleros aseguran que el porcentaje de los infractores "no es ni del 1%" y se mostró preocupado por la imagen negativa que se quiere dar. "No se puede hacer una normativa basada en los incumplidores, porque entonces, por ejemplo, no se fabricarían teléfonos móviles para que la gente no los utilice en los coches", recalcó.

Por parte de los vecinos, la presidenta de la plataforma Por el Derecho al Descanso, Dolores Dávila, reclamó una vigilancia de la norma "más estricta" y que se haga cumplir el espacio libre en el acerado que deben dejar las mesas. Los vecinos piden que se defina con exactitud el número de veladores autorizado en cada local.

Los vecinos se oponen a nuevas licencias de veladores en zonas saturadas de ruidos; piden que los trámites administrativos se cumplan a rajatabla y que los permisos no se renueven en los establecimientos que hayan sido incumplidores. En sanciones, la portavoz de la plataforma reclama que se agilicen los trámites administrativos cuando se sanciona o denuncia al bar que incumple, y un mayor número de inspecciones. Otra petición: considerar al velador como figura emisora de ruido e impedir mesas delante de ventanas de pisos bajos. "Lo ideal es no incumplir para no ser multados", dijo.

"Hay vecinos, y tiene que haber un nivel permitido de ruido", subrayó la presidenta de la plataforma, quien también puso encima de la mesa la posibilidad de que los afectados puedan llegar a vetar la instalación de veladores bajo sus domicilios, "algo en lo que los hosteleros se han manifestado totalmente en contra".

La Asociación de Peatones de Sevilla recordó la necesidad de que los veladores respeten las normas de accesibilidad universal. Sobre este punto, la entidad propone que la nueva ordenanza de veladores permita, "aunque sea de forma excepcional y motivada", utilizar las calzadas para instalar terrazas cuando las aceras no tengan la dimensión suficiente. El colectivo aclara que en calles estrechas debería ser imprescindible colocar un suplemento a modo de estructura portante, con el fin de elevar el suelo de la calzada hasta el mismo nivel de la acera, "de forma que el acceso a la zona sobre calzadas se realice sin ningún tipo de resalte ni escalón". Este tipo de estructuras para veladores sobre la calzada se utiliza en otras capitales españolas y europeas.

El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla, Maximiliano Vílchez (PP), señaló, tras la reunión de la comisión de veladores, que se estudiarán y analizarán "todas" las sugerencias, "con el único fin de elaborar un texto en el que se respeten los derechos de todas las partes afectadas". "Es una asignatura pendiente, una ordenanza que había que abordar, y se hará de la manera más consensuada posible".