Las aguas bajan turbulentas en el seno del Sevilla. Tanto es así que Rafael Carrión, alejado del foco mediático desde su salida de la presidencia en febrero de 2000, ha alzado la voz para realizar un llamamiento en pro de la estabilidad. Carrión reconvino a José María del Nido por las urgencias con las que lo abordó en una reunión reciente y solicitó tranquilidad. Además, criticó la planificación y esperó que Óscar Arias "apriete las tuercas" y "acierte de una vez en los fichajes", sin excluir de los fallos que ve a Monchi.

"Me reuní con Del Nido hace unos meses, no sé con qué intención iba, pero sí criticó la gestión del presidente -dijo en la Cope Sevilla-. Lo vi muy ansioso, muy acelerado, con demasiada urgencia para cambiar todo. No estoy de acuerdo con eso. Quiero continuar con la estabilidad, que es la única forma de que se pueda arreglar. Meternos en una pelea de gallos es mortal. Soy independiente y apoyo lo que interesa al Sevilla", dijo el máximo accionista, que rechazó que piense vender su paquete a capital extranjero.

"En el equipo actual hay muchos jugadores que provenían de una planificación anterior"

Sobre la planificación y el equipo, se mostró crítico. "Desde que empezó esta temporada, jugar bien, salvo raras excepciones, el Sevilla no lo ha hecho. Sí le he visto una falta de preparación física importante, los jugadores no son tan buenos como pensábamos, ni tan malos como podríamos pensar ahora. La preparación física es uno de los problemas, el equipo no llega donde antes llegaba".

El ex dirigente metió presión a Óscar Arias. "No creo que sea tan buena la planificación deportiva como se dijo. Ahora el director deportivo no puede fallar, y espero que haga adquisiciones que sean útiles para el equipo". Sin embargo, también señaló a Monchi como culpable de la deriva: "Había un director deportivo que ha acertado muchas veces, como no ha acertado en otras. En el equipo actual hay muchos jugadores que provenían de una planificación anterior".

Además, se puso en el pellejo de José Castro, al que ha apoyado públicamente más de una vez: "Está preocupado, muchísimo. La afición, los directivos y los trabajadores del club, todos, tienen que ponerse a una".

Y en cuanto a Montella, no se posicionó: "Ni los entrenadores saben de fútbol. Salvo rarísimas excepciones, he tenido entrenadores y no todos sabían de fútbol. Sampaoli describía muy bien los partidos, pero después del partido, no antes. No conocía a Montella, quien tomó la determinación de contratarlo, y el consejo la siguió, fue el director deportivo. Un entrenador que estaba en la situación de Berizzo, con su cabeza siempre pendiente de la enfermedad, era difícil que actuara conforme al trabajo que realiza un entrenador".