Sevilla F.C.

Un dibujo inamovible sólo en el Sevilla

  • Montella, con bajas en la banda derecha que pueden afectar a su 4-4-2, siempre alternó con el 3-5-2

Montella da instrucciones a sus jugadores.

Montella da instrucciones a sus jugadores. / antonio pizarro

Uno de los aspectos que avalaron el fichaje de Vincenzo Montella por el Sevilla fue su gran versatilidad táctica. En Italia lució esa capacidad para variar el sistema táctico y el dibujo del equipo en el campo, con riqueza de matices. Sin embargo, desde que arribó a Nervión se instaló en el inmovilismo del 4-4-2, quizá también llevado por la concatenación de partidos entre las tres competiciones, sin solución de continuidad. Estar al más alto nivel competitivo en los tres frentes desde su debut en la Copa, en el Ramón de Carranza, cuatro días antes de su estreno en Nervión en el derbi, ha impedido al napolitano cualquier giro táctico. O eso parece.

Tras la derrota en el derbi fue preguntado por primera vez el preparador italiano sobre la posibilidad de cambiar el dibujo ante la necesidad de fortalecer la zaga. "Creo que es una plantilla construida para jugar con una defensa de cuatro. Para jugar con una de tres necesitas un tiempo para jugar con esta táctica", dijo entonces. La pregunta ha sido recurrente, porque en la Liga el Sevilla ha seguido encajando duras derrotas y hasta dos goleadas más. Pero su respuesta ha sido siempre la misma. Si apenas cambia de once base, con matices como los tres introducidos en Butarque, uno por obligación ante la baja por sanción de Correa, consecuentemente tampoco va a cambiar la disposición en el campo o el sistema táctico.

20Partidos. Los que lleva dirigidos Montella en el Sevilla y siempre usó el mismo esquema de juego

En Italia, en cambio, sí exhibió una gran riqueza táctica. Por ejemplo, en su primera temporada en la Fiorentina, en la 12-13, usó un dibujo con tres centrales, bajo un esquema de 3-5-2, hasta la jornada 24, en la que cambió al 4-4-2 después de una racha negativa de un triunfo en seis partidos. En la anterior campaña, en el Catania, fue al revés: comenzó con el 4-4-2 y alternó hasta en 15 partidos durante la temporada en la Serie A con el 3-5-2. Desde sus inicios siempre varió el dibujo y eso se pudo ver incluso en las semifinales de la Liga Europa ante el Sevilla. En la ida sucumbió en Nervión con un 4-3-3 (3-0) y para buscar la remontada en el Artemio Franchi usó un agresivo 3-5-2 con este equipo: Neto; Savid, Basanta, Gonzalo Rodríguez; Joaquín, Pizarro, Mati Fernández, Borja Valero, Marcos Alonso; Ilicic y Salah. También perdió 0-2 ante el equipo de Unai Emery.

Fue una constante esa permuta, esa transfiguración en un perfil u otro, según las necesidades del equipo o las circunstancias del partido. Así continuó haciéndolo en la Sampdoria, donde comenzó con un 4-4-2 para variar desde la jornada 23 hasta el final a la zaga con tres centrales. Y en su primera temporada en el Milan, 16-17, en cambio fue mayoritario el uso del 4-3-3, incluida la final de la Supercopa que ganó a la Juventus. Sólo en la actual temporada comenzó con ese esquema y varió ante una mala racha al 3-5-2. Terminaría siendo sustituido en noviembre tras empatar en San Siro con el Torino (0-0) con ese dibujo.

En los 20 partidos que lleva dirigidos en el Sevilla, sin embargo, siempre usó la defensa de cuatro, pese a que ha atravesado rachas con lesiones en la defensa. Ahora tiene otro problema en la banda derecha, una vez recuperado para la causa Kjaer. Sarabia es baja por sanción ante el Barcelona, Jesús Navas sigue sin ejercitarse con el grupo desde que se lesionase en la Liga ante el Atlético en el gemelo derecho, y Layún parece más suelto en ataque que en defensa, donde ha jugado más veces como lateral izquierdo en su carrera. Eso sí, Corchia ya está disponible, aunque lleva dos meses parado.

Ante esta situación, y sin tener para el partido ante el Barcelona a un jugador específico para el extremo derecho, cabría pensarse en la posible solución del 3-5-2, que liberaría a Layún como carrilero, puesto que tampoco es extremo, y fortalecería la zaga con Mercado, Kjaer y Lenglet. Pero Montella ha reiterado cada vez que se le ha preguntado sobre el asunto que en mitad de tanta competición no puede cambiar toda la estructura del equipo y el sistema táctico.

El último parón de la temporada con motivo de los amistosos de selecciones podría haber sido una buena oportunidad, a la sazón la última, para realizar ese giro. Pero sucede que varios de los futbolistas que tendrían que ensayar y trabajar ese cambio estructural están con sus selecciones: los centrales Mercado y Kjaer y el lateral Layún. Luego del parón llega la vorágine absoluta: siete partidos en 22 días entre el 31 de marzo y el 21 de abril, con el Barcelona como testigo de ese durísimo tramo. No habrá lugar a experimentos ya.

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