Liga 1,2, 3 · Girona-Sevilla Atlético

El mejor premio fue competir (2-0)

  •  El Sevilla Atlético cae en Gerona en un auténtico barrizal por la lluvia. Los entrenadores, reacios a jugar.

Carmona despeja una pelota.

Carmona despeja una pelota. / SFC

No se vuelve de vacío de Gerona el Sevilla Atlético, pese a que los puntos y la clasificación dicten lo contrario. Regresan los de Diego Martínez con la sensación de haber competido y plantado cara a un rival difícil, de los más complicados en este tramo de la categoría, en un entorno indescriptible, en el que el agua, los charcos y el barro hicieron imposible que el equipo hispalense desplegara el juego habitual. Con este contexto, no regresar con alguna baja más que engrosara la enfermería es también un logro.Porque el partido no debió disputarse. Así lo entendieron tanto Pablo Machín, técnico del Girona, como Diego Martínez. Aunque el colegiado dictaminó que Montilivi estaba en condiciones de albergar un partido de alto nivel, algo que a todas luces no era así.

De hecho, la pelota apenas corría y los charcos eran imposibles de salvar. La banda izquierda durante la primera mitad era una auténtica piscina; la derecha, tres cuartos de lo mismo. Y con el paso de los minutos, el césped fue dando paso a un patatal en el que era imposible jugar, pese a que tanto Girona como Sevilla Atlético pusieron todo de su parte para que aquellos valientes que habían acudido al estadio y habían pagado una entrada tuvieran un espectáculo digno.

Así las cosas, la idea habitual de juego de ambos contendientes, que se basa en el mimo al cuero, debía dar paso a pelotazos, balones largos y pensar en cazar alguna ocasión peligrosa en jugadas de estrategia o a balón parado, con el consiguiente desgaste físico que conlleva jugar con unas condiciones meteorológicas tan desfavorables. Ivi y el Sevilla Atlético lo intentaron en dos ocasiones, con sendos balones que el delantero madrileño envió al segundo palo aunque el posterior remate no fue el exacto para lograr el gol.Con la sensación de disparar a puerta con más intención de engrosar las estadísticas que de lograr crear verdadero peligro de cara a la meta rival -salvo una acción del italiano Longo-, el encuentro se marchó al descanso con los jugadores visitantes escasos de fuerzas.

La segunda mitad comenzó con un Girona que salió mucho más enchufado, un Sevilla Atlético que lo esperaba atrás, y con este escenario Alcaraz avisó nada más salir de vestuarios con un lanzamiento que se marchó fuera de la portería de Caro.

Con las pilas descargándose de forma rápida, y con el estado del césped, cualquier despiste en alguna de las dos áreas penalizaría de forma considerable. Y el que se desconectó fue el Sevilla Atlético en un saque de córner rápido desde la banda derecha, que pilló a los jugadores descolocados, y Longo, pese a que estaba rodeado de varios defensores, consiguió rematar de forma sencilla de cabeza para batir a Caro y lograr el tanto que inaugurara el marcador.

Con el tanteo a favor, y el rival agotándose, el Girona, uno de los equipos más físicos de la categoría, olió sangre y fue a buscar el segundo. No tardó en llegar, esta vez por la otra banda. Un centro medido de Maffeo, lateral derecho, encontró la cabeza de Sandaza, que con un gran giro de cuello batió a Caro por encima. Un golazo en toda regla.

El Sevilla Atlético no se vino abajo. Diego Martínez mandó a Diego González arriba para intentar bajar alguna pelota larga y, aunque no lo consiguió, sí demostró el hambre del equipo. Sólo Ivi, a falta de dos minutos y con un disparo de falta desde unos 40 metros, puso en aprietos a René.

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