Sevilla FC

De perfil bajo y perfil alto

  • El club podría atar ya a Gracia, que pide esta campaña y la que viene, o a Almeyda, pero no se rinde a convencer a un técnico de prestigio

  • Villas Boas, Blanc y Tuchel, difíciles, pero reales

Tomada la decisión de destituir a Eduardo Berizzo, el consejo ejecutivo del Sevilla anda en la decisiva y urgente tarea de negociar con el entrenador idóneo para que se haga cargo del proyecto y cerrar una operación en tiempo relámpago. Porque aunque habrá quien piense que hay tiempo por el parón, tampoco hay que olvidar que con las Fiestas por medio las horas apremian a los gestores del Sevilla, que deben tener al elegido vestido de corto en la ciudad deportiva el próximo jueves. Aun así, la decisión va a tardar días.

Y en estos momentos el Sevilla no tiene un perfil claro. Tiene opciones, unas más nítidas que otras, pero es lógico que quiera afinar atando todos los cabos posibles, el de dar con la tecla en cuanto a modelo de juego, gestión del grupo, conocimiento de la competición, etcétera... en definitiva, lo que siempre se pide cuando hay un cambio de entrenador, y otro cabo no menos importante, el de que su perfil soporte la crítica, la posibilidad de fracasos parciales, que tenga autoridad y crédito entre la afición y que su figura ejerza de parapeto o paraguas a las muchas dudas que están surgiendo en la gestión del presidente y el director deportivo, que son los que quieren decidir con precisión de cirujano los parámetros de tan decisivo casting.

Las espaldas están relativamente cubiertas con las conversaciones que el club ya ha mantenido con Javi Gracia y su agencia de representación, pero hay dudas. Bastantes. La primera, que no cumple la segunda de las premisas antes mencionadas. Castro y Arias saben que cambiar a Berizzo por Javi Gracia es gastar una bala que no asegura dar en el blanco y que, encima, puede volverse muy mucho en su contra. Gracia, que viene de no cumplir los objetivos en el Rubin Kazan, ha pedido lógicamente firmar lo que resta de temporada y la próxima, es decir, lo mismo que tenía firmado Berizzo.

Los responsables de enderezar el proyecto son conscientes de que se ajusta a un perfil bajo, metódico en el trabajo, actualizado en nuevas tecnologías, con hambre y con conocimiento de la Liga por su paso por el Málaga, pero a todas luces no comparable ni mucho menos al perfil de Emery cuando llegó a Nervión, pues ya había dejado al Valencia tres veces tercero.

Es por eso que, si pudieran elegir, estarían dispuestos a hacer un gran dispendio económico si con ello lograsen convencer a un gran técnico, de ésos a los que no se les discute nada. Han salido muchos nombres, la mayoría simples deseos cuasi utópicos (Luis Enrique, Ancelotti, hasta Pellegrini indemnizando al club chino que dirige). Pero el club se ha topado con que piden una media de 5 millones anuales de salario y 5 ó 6 refuerzos de nivel en enero.

Pero ajustados en este perfil hay algunos entrenadores que ahora mismo sí podrían ser opciones reales. En este segmento se puede incluir a Villas Boas, al francés Laurent Blanc, ex seleccionador galo y en el PSG de 2013 a 2016, y al alemán Thomas Tuchel, que brilló en el Mainz 05 y firmó por el Dortmund. No es fácil, pues este último ha sonado incluso para el Bayern recientemente. Lo intentan y están dispuestos a llegar alto. Si no puede ser, Gracia sigue siendo el mejor colocado, aunque en las últimas horas Matías Almeyda subió enteros tras confirmarse que Holan sigue en Independiente.

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