La sorprendente victoria por 3-1 del Leicester sobre el Liverpool en el primer partido desde la destitución del entrenador Claudio Ranieri generó una gran polémica en el fútbol inglés. "El Leicester estuvo brillante, pero ganó el partido porque sus jugadores estaban hambrientos y motivados", señaló el legendario jugador del Liverpool Jamie Carragher, comentarista de Sky. "Los jugadores no hicieron suficiente por Ranieri".

El diario The Independent, por su parte, se preguntó: "¿Fue el despido de Ranieri lo que realmente desbloqueó al Leicester para que se viera su verdadero potencial o hay algo más oscuro detrás?" Ranieri, de 65 años, fue destituido nueve meses después de llevar al Leicester a ganar la Premier League en una de las mayores sorpresas de la historia del deporte. Tras su despido, algunos medios aseguraron que el italiano fue víctima de una revuelta en el vestuario encabezada por los pesos pesados de la plantilla.

Craig Shakespeare, el entrenador interino de los foxes, lo negó tras la victoria del lunes ante el Liverpool, que permitió a los suyos escapar de los puestos de descenso de la Liga inglesa. "Sé que las críticas han herido a los jugadores, por eso tenían más rabia acumulada", indicó el técnico después del 3-1 en el King Power Stadium.

Jamie Vardy, delantero titular y uno de los señalados por la prensa como cabecillas de la revuelta, señaló: "Hemos recibido muchas críticas injustas en la prensa, pero los jugadores querían reaccionar. Antes también lo habíamos intentado, pero no nos había salido".

Los aficionados del Leicester mostraron su apoyo a Ranieri. Mientras estaba en Roma con su familia, los hinchas organizaron una marcha hacia el estadio antes del encuentro en favor del técnico, incluso apareció un coche fúnebre con la leyenda "football RIP". Justo antes del pitido inicial, se recordaron en los videomarcadores los mejores momentos de la inolvidable temporada anterior. Además, en el minuto 65 -la edad de Ranieri-, los fans encendieron las luces de sus teléfonos. El partido ya iba 3-0 y algunos hinchas tenían lágrimas en los ojos.