La Junta de Andalucía mira al cielo y en concreto al fin de semana. Es el momento en el que las predicciones meteorológicas anuncian el regreso de unas lluvias que ni se recuerdan. De su cantidad, dependerá si las reservas de agua en Andalucía siguen menguando como hasta ahora, cuando han dejado la capacidad de almacenamiento de los pantanos de la comunidad a punto de bajar del 20%. De no hacerlo y a pesar de que no quieren pronunciar la palabra restricción la “extensión de la situación de emergencia en algunas zonas de Andalucía” señalada ayer por la consejera Carmen Crespo al término del Consejo de Gobierno vespertino –el primero del nuevo curso político– sonaba a eso. Al menos si persiste una situación de sequía "estructural" y que cumple el quinto año de permanencia.

Las primeras medidas llegarán, según la responsable de política de Agua del Ejecutivo andaluz, en forma de obras. En concreto de 26 que serán “inauguradas en el próximo cuatrimestre” y “otras 20 que se iniciarán en un breve plazo de tiempo con la colocación de la primera piedra de las mismas” y que supondrán un alivio en la situación de emergencia que se vive en buena parte de la comunidad y que afecta al 83% de todo el territorio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

En cualquier caso y con la temporada turística a punto de cerrar en su época de mayor ocupación y, por consiguiente, con una menor demanda de agua, “lo que está claro es que, si no llueve, habrá que extender la situación de emergencia que ya se vive en la actualidad en algunos lugares”. En cualquier caso, será una decisión que se adoptará “a finales de mes o a comienzos de octubre” y que dependerá en buena medida si se cumplen los pronósticos meteorológicos y la DANA que anuncian los mismos, “ de la que nos nos fiamos del todo, sirve para aliviar la situación de nuestros embalses, si cae sin producir daños. Tenemos que esperar unos días y analizar la situación que nos depare”, añadió Crespo.

La consejera recordó, de la misma manera que, “las medidas de ahorro que se deciden por unanimidad de todos los integrantes de los comités de emergencia. Si ahora mismo entran más sistemas en emergencia, habrá que reunir a los comités de sequía que ha formado este Gobierno en sus cuencas y adoptar las medidas” necesarias junto “con todo el sector, y por supuesto con los ayuntamientos y los operadores que sean necesarios en cada zona”. Al menos hasta el momento, “han funcionado espléndidamente bien este verano, por lo que esperamos que las mismas sigan siendo responsables con la situación con la que nos encontramos”. En cualquier caso, las “medidas de ahorro”, eufemismo que sirve para referirse a mayores restricciones en el abastecimiento, no se podrá dilatar por más tiempo”.

“Vamos a llegar hasta donde podamos llegar, a pesar algunas veces de que no sea nuestra competencia, para auxiliar y ayudar en este caso si las medidas de emergencia son complicadas”, advirtió Crespo que adelantó que “habrá que ponerse al frente de esos comités de sequía y poner en marcha las medidas de ahorro” necesarias de acuerdo con los operadores y los municipios.

La Junta busca sacar agua de donde antes no lo hacía. Una de las actuaciones son los tratamientos terciarios, de los que en la reunión del Ejecutivo se aprobaron actuaciones en Almería, Málaga y Granada (y que supondrán 20 hectómetros cúbicos), así como conducciones en San Roque, bombeo del Bocachanza y conexiones de estaciones depuradoras en Málaga.Las desaladoras de Almería y Málaga, a pesar de no ser competencia autonómica, han sido asumidas por la Junta.

Otra de las patas en las que se sustenta la recuperación de recursos hídricos perdidos por la falta de precipitaciones que palíen los consumos mínimos requeridos por el abastecimiento humano y los recursos necesarios para salvaguardar la producción de los sectores agrícola e industrial, amén del turismo, es el agua tratada, un recurso hasta ahora no lo suficientemente bien explotado. Sólo en el mes de octubre, supondrá la puesta a disposición de los sectores económicos de 38,5 hectómetros cúbicos más, que se suman a los otros 68 de otros planes y que se aproximan al objetivo marcado por la Junta de llegar a los 140. Se trata de unos recursos que están “en una primera instancia a disposición de los agricultores y sólo cuando estos tengan la capacidad de poder cederlos, serán destinados a la industria o al turismo.

Quejas políticas

También el portavoz del Ejecutivo marcó la lucha contra la sequía como una de las líneas rojas de este curso políticos. Ramón Fernández-Pacheco, constató la obviedad de que “sigue sin llover” y la economía andaluza “se resiente cada día que pasa por culpa de la sequía”, tras lo que defendió que desde la Junta trabajan “sin descanso todos los días” para “dar soluciones estructurales que perduren en el tiempo” y sirvan “para paliar esa falta de recursos hídricos, pero no es suficiente”.

En esa línea, realizó la enésima “llamada de auxilio al Gobierno de España y también a la Unión Europea” (en este último caso para que se destinen fondos estructurales a paliar la situación de déficit hídrico que se vive en Andalucía) desde el convencimiento de que ambos actores “tienen que arrimar el hombro”, ya que “los andaluces nos lo jugamos todo, porque en Andalucía el agua no solo sirve para beber, sino que sobre todo sirve para comer”.

En lo que ambos coincidieron es en reclamar al líder de los socialistas andaluces que ayer pidió la creación de un grupo contra la sequía, que “exija al Gobierno de Pedro Sánchez las infraestructuras pendientes”.