El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del programa de prevención del suicidio 2023-2026 con el objetivo de reducir la incidencia y prevalencia de la conducta suicida, tras las 849 muertes registradas en 2021 por este motivo, 56 más que el año anterior. Así lo ha precisado el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, que ha calificado estos datos como "estremecedores y espeluznantes" y ha dicho que "apuntan a un empeoramiento de la salud mental".

"El suicidio es una pandemia silenciosa de la que tenemos que hablar sin tapujos y a la que hay que hacer frente" con todos los recursos disponibles, ha dicho el portavoz, que ha apostado por "concienciar" acerca del suicidio como un "problema global". Buscando disminuir el sufrimiento de las personas que presentan un intento de suicidio y sus familias, el programa ha dado prioridad a doce objetivos a cumplir, como establecer una estructura de coordinación y seguimiento del mismo y mejorar los sistemas de información sobre la conducta suicida.

Se contempla intervenir en la restricción de medios letales; fomentar la comunicación responsable sobre conducta suicida; promover la salud mental y el bienestar emocional; desarrollar formación continuada sobre identificación y abordaje de riesgo de suicidio e impulsar las actuaciones con profesionales de Atención Primaria. Plantea además identificar y trabajar con grupos de personas en situación de vulnerabilidad; priorizar las actuaciones en población infantil y adolescente, promover las actuaciones con personas que han perdido a un ser querido por suicidio y capacitar a entidades y personas que atienden líneas telefónicas de ayuda en crisis.

A partir de estos objetivos se desarrollan siete áreas de actuación basadas en los niveles de prevención recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y adaptadas al análisis de la situación en Andalucía. Se constituye un grupo motor de desarrollo del programa y una comisión intersectorial de asesoramiento del mismo, además de la creación de la Red Andaluza de Prevención del Suicidio y la creación de un sistema de registro de conducta suicida, con la realización de un "mapeo" de muertes por este motivo.

El programa contempla fomentar medidas de restricción de acceso a lugares con alta incidencia de suicidio, aumentar el control sobre medios letales o facilitadores como armas, internet, tóxicos, alcohol y drogas y desarrollar acciones de sensibilización y prevención con oficinas de farmacia.

Para atender a niños y adolescentes, se desarrollará un trabajo comunitario entre salud mental, atención primaria y centros educativos y se buscará sensibilizar a padres y madres sobre salud mental, gestión de crisis y conductas autolíticas.

También se formará en esta materia a enfermeras referentes escolares, profesionales de Atención Primaria y del 061 y Salud Responde y se diseñará un protocolo de atención a la conducta suicida en las unidades de gestión clínica de salud mental.

En cuanto a la implantación de acciones para la detección y atención de personas en riesgo se incluye implementar un Código Suicidio en Andalucía y un programa de alta intensidad para determinados perfiles, junto al diseño de un proceso de asistencia de emergencias prehospitalarias y atención telefónica.