La suerte es tan caprichosa que ante uno de los aludes más importantes que se recuerdan en Sierra Nevada se puede salir con vida o no. Ayer, dos montañeros lograron salir a pie de una impresionante avalancha de nieve en el Barranco de San Juan. Su compañero de travesía sigue desaparecido.

Los hechos ocurrieron en torno a las 13:30. Los tres compañeros habían partido desde las inmediaciones de la Hoya de la Mora dirección Barranco de San Juan con la intención de hacer una de las rutas de montaña que hay en la zona. Iban adecuadamente preparados y caminaban en fila separados por unos diez metros. El tiempo era bueno pero Cetursa había advertido varios días antes de riesgos de aludes en la sierra para estos días.

John, de 42 años, era el cabeza de fila. Marcaba el camino del grupo cuando se vieron sorprendidos por el desprendimiento que, según la Guardia Civil, dejó "una lengua de más de 700 metros de largo y 400 de ancho, provocando una zona de intervención de un kilómetro cuadrado".

Fue uno de los dos montañeros que seguían a John el que realizó la llamada al 112. Él y el otro componente del grupo, de 43 años, quedaron semienterrados y pudieron salir de la nieve por su propio pie debido a que en su caída quedaron en un plano más superficial y pudieron ver rayos de luz y salir de la nieve. Magullados y, uno de ellos, con el hombro y la cadera dañada, fueron guías directos para los efectivos que de inmediato acudieron a la zona. En la búsqueda de John, de ascendencia británica pero vecino de Zafarraya como el resto de componentes, participaron un centenar de personas. "Todos los que trabajamos en la sierra nos volcamos, el tiempo en estos casos fundamental", explicaba uno de los profesores de la Escuela de Sky de Sierra Nevada.

Además de profesionales de la nieve, a la zona se trasladaron agentes del Servicio de Rescate e Intervención en Montaña (Sereim) de la Guardia Civil con perros especialistas, voluntarios de Protección Civil, una treintena de militares en periodo de prácticas en la zona (procedentes de Alicante) y personal de Cetursa como pisteros (socorristas en pistas).

Su labor fue fundamental durante las primeras horas de búsqueda. Divididos en grupos utilizaron sondas y cotas para localizar a John. A primera hora de la tarde, los compañeros reconocieron que el prialé (cuerdas de escalada) encontrado por los militares era de su compañero pero, a pesar de buscar en ese ámbito, no lo localizaron. Fue pasadas las 18:30 horas cuando el equipo de rescate solicitó la presencia de máquinas (acudieron 5 en total) que ayudaran a remover la nieve acumulada para ver si había éxito en la búsqueda.

Una hora más tarde, alrededor de las 19:30, todos los especialistas que colaboraron en el dispositivo, incluidos los compañeros de John, fueron recogidos por helicópteros de la Guardia Civil y del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA). La búsqueda quedó suspendida y los montañeros trasladados al centro médico de Pradollano.