El centro comercial Los Alcores, ubicado junto a la A-92, en el término de Alcalá de Guadaíra, ha registrado un escrito en el Ayuntamiento en el que manifiesta su "preocupación" por el proyecto de la cementera de Portland Valderrivas de utilizar la valorización de residuos como alternativa al coque de petróleo para producir la energía que necesita, se suma a la idea de que la "propuesta" es "poco sostenible para la ciudad" en estos momentos y se muestra a favor de que "no se lleve a efecto" y que el proyecto se "paralice".

El complejo comercial, situado a menos de 2.000 metros de la fábrica, en un escrito que registró el pasado 2 de noviembre, pone el acento también en que los supuestos "efectos de emisión contaminantes y tóxicos" puedan afectar a las "miles de personas que acuden diariamente" a sus instalaciones y considera que ello puede poner en "riesgo" su actividad comercial, a pesar de que desde la factoría se ha insistido en que el uso de esos residuos, que está generalizado desde hace años en fábricas similares de todo el país, no es más peligroso que el combustible que se utiliza ahora y que, en cualquier caso y dado que cuenta con autorización la Junta, está sujeto a todas las medidas de control y dentro de los parámetros ambientales que fija la legislación. De momento, el proyecto sigue en suspenso, ya que el Ayuntamiento no ha dado la licencia de obras necesaria para que las instalaciones puedan adaptarse y ha realizado además una modificación en el PGOU, que se aprobó hace unas semanas en el Pleno, para que la incineración de residuos no se pueda llevar a cabo a menos de dos kilómetros de zonas residenciales, como es el caso. La empresa había anunciado que estudiará medidas legales para recurrirlo y llevar a cabo su proyecto, del que depende su viabilidad y el empleo que genera, según ha subrayado.

Por otro lado, la plataforma que se ha constituido en contra del proyecto, denominada No a la Incineración de basura en Los Alcores, ha alertado desde que hace semanas de que un supuesto fallo en los filtros de la factoría ha aumentado la cantidad de polvo en suspensión, que es "visible", sobre todo, en la cercana barriada de La Liebre, siutada a menos de 500 metros, donde se acumula en los coches y en el suelo. Según la plataforma, los vecinos advirtieron del escape y solicitaron al director de la fábrica su reparación a la mayor brevedad, aunque continúa. En la barriada, hay un colegio, en cuyo suelo también se acumula el polvo, insisten.