El común de los mortales puede creer que gastar miles de euros por pasar una noche en un hotel es un despilfarro. Sin embargo, la población mundial se está acercando a los 7.000 millones de personas y, como decía el torero, hay gente para todo. Hay miles de empresarios, actores, deportistas de élite, economistas, abogados, médicos y hasta políticos que llevan un tren de vida que el ciudadano de a pie no podría tener ni en varias generaciones juntas. Ese tipo de cliente quiere hoteles de lujo superior y la Costa del Sol cuenta con suficiente oferta para no decepcionarlos. Este diario se ha puesto en contacto con, posiblemente, los cinco hoteles más lujosos y emblemáticos de la costa malagueña para conocer cuál es su habitación más cara. Están ubicados en el entorno de Marbella y ofrecen todo tipo de servicios, desde mayordomo 24 horas hasta recogida en jet privado. Todo lo que la cartera pueda pagar.

La suite más cara de la Costa del Sol está en el hotel Kempinski de Estepona. Se llama, como suele ser habitual, Suite Real y cuesta la friolera de 11.000 euros la noche. Eso sí, tiene hasta un bar en la terraza con pista de minigolf y vistas al mar.

Con ese precio podría pensarse que el cliente sólo pasa una noche. Nada más lejos de la realidad. Fuentes del Kempinski precisan que la estancia media en esa suite es de una semana a 10 días "aunque tenemos clientes que nos eligen 20 días para estar con la familia". Un cálculo rápido dice que la factura les saldría por 220.000 euros. Eso sólo la habitación, sin contar el IVA y servicios extras. Desde este hotel subrayan que el cliente que suele utilizar esta habitación es mayoritariamente británico, aunque también la frecuentan alemanes, árabes, rusos y cada vez más españoles.

La villa más cara del Villa Padierna también se llama Real y fue utilizada el pasado verano por la primera dama estadounidense, Michelle Obama. En verano cuesta 5.500 euros la noche y en invierno baja a 5.000 euros. Fuentes del hotel corroboran que sus clientes son de larga estancia, normalmente una semana o 15 días. "Suelen ser personas que vienen a hacerse tratamientos de spa y que buscan ante todo la privacidad", afirman. Obviamente tienen un poder adquisitivo alto, pero en el hotel aseguran que "suele ser gente bastante normal".

En el Marbella Club también han tenido estancias en sus villas de hasta 21 días, con facturas que superaban los 90.000 euros. Sólo explican que la clientela es "muy internacional" pero no dan nombres de famosos "porque somos muy discretos". Ésa es una de las claves para tener estas habitaciones de ensueño frecuentemente ocupadas.