Anuario Joly Andalucía 2012

José Joly augura una transición sin dramatismos para la prensa

  • El valor de las cabeceras de los diarios y la virtud de la información local permitirán llegar a un negocio donde el lector aprecie y acepte el pago por contenidos en la red.

Frente a determinados agoreros que están enterrando la prensa antes de que ésta muera y, por tanto, se deje de leer, el presidente del Grupo Joly, José Joly, restó dramatismo a una transición de la que sí está seguro que terminará produciéndose. Hay un hecho claro que José Joly se encargó de subrayar durante su discurso: es cierto que la difusión de los periódicos ha ido disminuyendo a la vez que aumentan las entradas en las ediciones digitales gratuitas, pero las caídas no "son dramáticas", por lo que habrá tiempo para ir desde un punto a otro. Desde el papel a la red, aunque, en su opinión, lo sustancial de este camino es que, al final, habrá un número suficiente de personas que estén dispuestas a pagar por los contenidos digitales.

"Empieza a estar claro -aseguró el presidente y editor del Grupo Joly- que lo que se ha venido haciendo hasta ahora no puede ser el camino de la prensa a medio plazo: regalar el producto a través de internet al mismo tiempo que se vende en el quiosco no parece un gran modelo de negocio". Pero, del mismo modo que hay productos de software que son casi gratuitos y otros de precios bastante altos, los productos que ofrecen contenidos -y éstos sólo proceden del periodismo- sobrevivirán bajo cualquier formato siempre que sean capaces de dar información valiosa, diferenciada y adaptada al nuevo lenguaje que imprime la red. Si no es así, los negocios deberán enfrentarse a su desaparición o a vivir, en exclusiva, de basar su actividad en los ingresos publicitarios.

El editor de la compañía pronunció su discurso en el acto de presentación de la nueva edición del Anuario, donde también habló, entre otros, el director general de Telefónica José Rocillo, de quien Joly quiso resaltar su compromiso con esta publicación: "Me quiero dirigir a Telefónica, aquí representada por su director general, que por décimo año consecutivo colabora con el Anuario. Demuestra así su interés por todo lo que afecta a Andalucía y pone de manifiesto que sabe combinar con buen tino ser la compañía más grande e internacional de España con la atención a lo local y regional que representa este Anuario y la empresa que lo edita".

Por tanto, según Joly, hay un modelo y un periodo de tiempo, suficiente pero incierto en su duración, para proceder a una transición en que los contenidos que se aporten a la red sean "especiales"; especiales en cuanto a su valía, al modo de contarlos y a la forma de adaptarse a un formato donde se combinan el texto, la imagen, el vídeo y el audio con la capacidad de interactuar con el usuario. No se trata, por tanto, de "vender el mismo vino en distinta botella", sino de hacer ese algo diferencial que lleve a los lectores a estar dispuestos a pagar por ello. "No importa tanto que el aprendizaje sea complejo como encontrar el modo de suministrar contenidos según las necesidades del nuevo entorno".

Según José Joly, los periódicos que cuentan con el valor de cabeceras con credibilidad tienen una buena parte de la batalla de los contenidos ganados, que será al fin y al cabo lo que decidirá el pago por éstos. Y, además, apuntó a otro aspecto, que afecta especialmente al Grupo Joly: al valor de la proximidad como un plus para los lectores. El grupo editor está formado por periódicos locales andaluces capaces de hablar con una única voz a nivel regional.

Hace varias semanas, Warren Buffett, uno de los grandes inversores mundiales y al que se le adjudica la virtud de equivocarse poco en sus compras de diversos productos, adquirió 63 periódicos locales en Estados Unidos al Grupo Media General. Y dijo Buffett: "En pueblos y ciudades donde hay un fuerte sentimiento de pertenencia a la comunidad no hay una institución más importante que un periódico local". No, no se trataba de una compra filantrópica, sino una inversión que busca una rentabilidad de los diarios en su doble soporte, el del papel y el de internet.

Es cierto que si la prensa es uno de los formatos más nobles de la libertad de expresión, la local es la que está más cercana a las inquietudes de la gente y del control democrático que los ciudadanos deben ejercer, a través del periódico, de los poderes públicos. No es por tanto un papel que pueda ser sustituido por los medios públicos, ya sean éstos estatales, regionales y locales, que en mayor o menor medida obedecen a unos intereses políticos. A excepción, de la inalcanzable BBC.

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