El Foreign Office británico y el Ministerio de Asuntos Exteriores español dieron por zanjado -a pesar de la insistencia de las autoridades gibraltareñas en mantenerlo vivo- el incidente protagonizado por un buque de Aduanas que disparó cuando un barco de recreo con bandera gibraltareña se dio a la fuga en el momento que le fue requerida la documentación a sus ocupantes. Los responsables de la política exterior británica aseguran que mantienen la "preocupación" por la utilización de munición real, aunque se dan por satisfechos con la explicación ofrecida por las autoridades españolas, puesto que en una nota difundida a primera hora de la mañana de ayer señalaron que "nos ha tranquilizado que el Gobierno español dé seguridad de que la vida en el mar es una prioridad para todos los interesados y los organismos implicados en la aplicación de la ley y que se operará con el máximo respeto a este principio con el fin de que esté totalmente confirmado en el futuro".

El Foreign Office añadió que "sin perjuicio de las respectivas posiciones sobre cuestiones de soberanía y jurisdicción, se intensificará la cooperación policial en la lucha contra el crimen organizado, en particular mediante la cooperación y la notificación oportuna de los diversos organismos marítimos involucrados en el control de la actividad de pesca ilegal, para garantizar una actuación eficaz contra los criminales y el compromiso de una disposición mutua y el intercambio de pruebas con el fin de facilitar mejor el enjuiciamiento de los criminales en los tribunales competentes".

La nota oficial de Londres termina de manera similar a la enviada anteayer por Exteriores, donde se ratifica la voluntad del Gobierno de mejorar la cooperación con Gibraltar, con lo que se podría calificar las mismas como una declaración conjunta.