Dos personas perdieron ayer la vida tras ser arrolladas por un vehículo mientras presenciaban como espectadores el Rally Sprint de Pozoblanco, una prueba que este año cumplía su segunda edición. Fuentes de la organización detallaron que las víctimas se encontraban en una zona acotada y, por tanto, prohibida al público durante el desarrollo de la competición, dada la peligrosidad de ese punto. Las dos víctimas del accidente fueron advertidas del riesgo que corrían, y miembros de la organización les habían pedido expresamente que abandonaran el lugar unos minutos antes.

Los fallecidos son dos hombres, A.M.B., de 17 años de edad, y P.J.P.E., de 36, ambos naturales de la localidad jiennense de Alcalá la Real.

El mortal suceso se produjo pasadas las 16:15, cuando el tercero de los participantes del rally en tomar la salida circulaba por un tramo muy complejo entre los kilómetros 17 y 18 de la carretera CO-6410, en el término municipal de Pozoblanco. El piloto, F. J. A. y con mucha experiencia al volante, según detalló un aficionado, acababa de subir una cuesta muy empinada y al final de la rampa tenía que afrontar una curva muy cerrada a la izquierda. Allí se encontraban los dos espectadores, tras un punto que estaba precintado para evitar que nadie lo ocupara por el alto riesgo de atropello que entrañaba.

Aunque el personal de la Guardia Civil consultado evitó ofrecer dato alguno sobre los motivos que pudieron llevar al piloto a arrollar a estas dos personas, otras fuentes comentaron que el problema pudo deberse a un fallo a la hora de frenar el vehículo. Sin embargo, en el lugar donde se fraguó la tragedia hay marcas de neumáticos, señales que están siendo investigadas precisamente para dilucidar los hechos. Sea como fuere, la fuerte embestida que sufrieron los dos fallecidos los lanzó a unos 30 metros del lugar donde se produjo el impacto.

La dificultad para acceder a la zona en la que se registró el accidente llevó a los servicios sanitarios a trasladarse en helicóptero, según informaron fuentes de Emergencias 112 de Andalucía, avisadas por teléfono por los propios aficionados que se encontraban en las inmediaciones. El personal de este servicio coordinador concretó también que una de las víctimas ya había muerto cuando aterrizó el helicóptero y que el otro fallecido corrió la misma suerte que el anterior apenas unos minutos después de la llegada del helicóptero.

Los organizadores del rally decidieron la suspensión inmediata de la prueba. Al lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, que informaron a este periódico de la apertura de diligencias. Desde el Ayuntamiento de Pozoblanco emitieron un comunicado de pésame por el fallecimiento de estas dos personas.