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La víspera gana en la pintura a la fiesta

  • La Virgen de las Aguas, vestida de hebrea, es la protagonista del cartel de César Ramírez, que también ha reflejado la celebración del Año de la Misericordia

Un cartel clásico, que arriesga poco, pero que gusta bastante, y con la Virgen de las Aguas como protagonista. Éstas son las líneas generales de la obra de César Ramírez (Sevilla, 1970) que anuncia la Semana Santa de 2016. La pintura se presentó ayer en un acto celebrado en la Fundación Caja Rural del Sur al que acudieron, entre otros, el presidente de dicha entidad, José Luis García Palacios; la subdelegada del gobierno, Felisa Panadero; el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; y los miembros del Consejo de Cofradías -editor del cartel- con su presidente, Carlos Bourrellier, a la cabeza. En la obra quedan reflejados, además, el Año Santo de la Misericordia y símbolos que sirven de homenaje a la extinta banda de Soria 9.

En un óleo sobre estuco la Dolorosa del Museo acaparó ayer todas las miradas de los asistentes a la presentación del cartel. Su autor no ha tenido ninguna duda en colocar a la titular de su corporación en el centro de la pintura. Lo ha hecho, además, representándola de hebrea, como se viste a las imágenes marianas cuando llega la cuaresma. En palabras de César Ramírez, "este tiempo y la Semana Santa son para mí un todo". El cartel, por tanto, es también un pregón de la víspera, hecho bastante novedoso, pues hasta ahora solían centrase en los días de la fiesta.

La propia Semana Santa tiene su representación en la pintura. En el lado izquierdo de la misma aparece la trasera del palio de la Macarena a punto de entrar en la Puerta de San Miguel de la Catedral. En el lado derecho queda simbolizado el Año Santo de la Misericordia con el Crucificado de Santa Cruz -que recibe tal advocación- y con dos hermanas de la Cruz con sus hábitos. Aparecen como suelen ir por las calles sevillanas, en pareja. Se da la casualidad que ayer, el día de la presentación del cartel, se cumplían 170 años del nacimiento de Santa Ángela, fundadora de la orden, por lo que el cartelista quiso que la obra fuera recibida por las hermanas como "un regalo por el cumpleaños". Para acentuar la celebración del Año Jubilar, en un lateral del dosel que enmarca al Crucificado aparece el lema, en latín, de la hermandad del Martes Santo, que traducido al español significa "muchas son las misericordias".

Varios ejes trazan la obra que dio a conocer ayer este pintor sevillano. El primordial lo configura un triángulo que tiene su vértice en el rostro de la Virgen de las Aguas, minuciosamente pintada. Ese detallismo sirve de homenaje a todos los artesanos, priostes, vestidores y camareras que se afanan por realzar la belleza de las sagradas imágenes con el fin de que generen la mayor devoción posible. La pintura se hace mucho más suelta a la hora de reflejar el palio de la Virgen de la Esperanza.

El eje diagonal lo compone el Stabat Mater integrado por el Cristo de las Misericordias y la titular del Museo. Con él, el pintor ha querido tener un recuerdo para las corporaciones que optaron por representar este misterio (el Museo, los Javieres y Santa Cruz). Otro eje, el horizontal, lo conforman el tímpano de la Puerta de San Miguel, donde se representa el Nacimiento de Cristo, y el Crucificado de Santa Cruz, como contraposición de la vida y la muerte.

La música tiene en esta obra un papel bastante importante. En una de las bambalinas del palio macareno aparece el escudo de la extinta banda de Soria 9, que tocó por última vez en Sevilla en la procesión extraordinaria de la Virgen de la Esperanza en septiembre de 1995. Además, en el lomo de la tabla se han inscrito los nombres de los 14 directores y músicos mayores que tuvo esta banda en su historia, incluido el de Abel Moreno, quien acudió al acto de presentación.

También hay un recuerdo al anterior hermano mayor de las Siete Palabras, Antonio Sánchez Padilla, quien falleció el pasado Domingo de Resurrección. Como homenaje, el autor ha pintado el broche que recuperó sobre el cíngulo de la Virgen de las Aguas.

La tipografía empleada en el cartel es de palo seco, sin remate, en "contraposición" con el "barroquismo" de la obra. Recuerda a la usada en los carteles de principios del siglo XX. La palabra Sevilla está enmarcada por el puente de Triana.

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