LA iglesia vacía y la calle llena. La Hermandad de la Milagrosa ya está en la calle y viviendo un momento histórico. Ayer hizo su primera salida procesional con nazarenos, como hermandad de penitencia, desde su sede parroquial de Ciudad Jardín. Pero la vida sigue y el sacristán del templo preparaba la misa de ocho.

Día grande en los populosos barrios de Sevilla. Estos días en los que se habla más del tiempo que del fútbol o los pactos. Padre Pío fue la única que volvió a su templo. Salieron con normalidad el Divino Perdón de Alcosa, Dolorosa de Torreblanca, visita incluida del alcalde Juan Espadas -Zoido estuvo en Ciudad Jardín y los dos coincidieron después para la entrega del baldaquino en la Hiniesta- y San José Obrero.

La Milagrosa salió con media hora de retraso. Es providencial la capacidad de espera de la gente. Son días en los que espera es apócope de esperanza y nadie se va aunque tarde en salir la cruz de guía. El misterio es de José Antonio Navarro Arteaga, Jesús en el Puente Cedrón, punto geográfico entre Jerusalén y el Monte de los Olivos. La Virgen, de Buiza.

La diferencia generacional entre estos dos imagineros corresponde con la existente entre los dos cardenales que aparecen en la placa del templo. Esta hermandad está reinventándose continuamente. El 1 de marzo de 1964 la bendice el cardenal Bueno Monreal. El 20 de noviembre de 1994, tres décadas después, es consagrada por el entonces arzobispo Carlos Amigo Vallejo tras un proceso de reconstrucción.

Encabezó el cortejo la banda de Nuestra Señora del Carmen. Un estandarte de Trapani llevado por una joven siciliana. Todos llevan barba: buena parte de los costaleros, los sayones del misterio y todos los componentes de la guardia hebrea, que impresiona. No son ni romanos ni cartagineses; parecen los honderos baleares que retrata Flaubert en Salambó. Una saeta en el Centro Asturiano seguida por la interpretación de Asturias, patria querida con una gaita vernácula.

Nazarenos de blanco a San Juan de Dios, muy cerca del estadio de Nervión, cuyo titular celebra el Domingo de Ramos en el Paseo de la Castellana. Hay un ramo de flores del equipo en la iglesia. Antonio Álvarez, el ex jugador que ganó en el banquillo la última Copa del Rey del Sevilla, sigue la procesión junto al Centro Deportivo Antonio Puerta. Relevo generacional truncado por la parca. Un cartel de la procesión en el bar Timanfaya, donde los costaleros reponen fuerzas.