No está precisamente contento el sevillismo con la planificación a la que está asistiendo mientras debe estar renovando el carné. No nos engañemos, el pulso en la afición funciona a base de triunfos en los amistosos y la imagen no está siendo la apropiada aunque los técnicos vean las cosas desde un prisma más profesional y traten de templar las aguas con aquello de que hay que tener confianza en todo lo que están trabajando.

A estas alturas la fe en el fútbol sólo mueve lo que entra por los ojos y las dudas se dispararon la noche del miércoles con la pobre imagen que el Sevilla ofreció en Córdoba. El amistoso más duro de la pretemporada, el que el equipo de Míchel afronta mañana en Alemania ante el Borussia Mönchengladbach, puede determinar un nuevo movimiento en la plantilla cuando apenas faltan quince días para que la temporada comience de verdad.

La inmensa mayoría de los aficionados se pregunta por qué el Sevilla no ha fichado al central que prometió justo cuando bajó el telón de la campaña pasada. La palabra "prioridad" salió de boca de los rectores vinculada al puesto de defensa central y por entonces el club negociaba la incorporación del Cata Díaz, que finalmente dijo no y fichó por el Atlético. Desde entonces, Alexis y Escudé han abandonado la plantilla, Monchi ha cerrado las incorporaciones de Kondogbia y Cicinho (un centrocampista y un lateral derecho) y el eje de la zaga se antoja como el puesto peor cubierto del actual plantel. Los técnicos han visto, como todos, lo ocurrido en Córdoba, pero permanecen a la expectativa. Las sensaciones que el equipo pueda dar mañana en Alemania pueden ser otro calibrador que precipite algún cambio de planes, mientras la afición, el entorno y la opinión pública esperan que el consejo mueva ficha inmediatamente.

El Sevilla, no obstante, no se va a precipitar porque la situación económica no es buena. Entienden los técnicos que parte de las dudas que han motivado los centrales, particularmente en Córdoba, vienen por un déficit en el centro del campo y es totalmente cierto. La falta de intensidad que cíclicamente exhibe el equipo en la zona de creación repercute en dos situaciones fundamentales en el juego que el Sevilla no domina bien: el robo de balón y la administración de la posesión.

Monchi, Del Nido y Míchel, sobre todo los dos primeros, van a mirar con lupa la imagen que el Sevilla ofrezca ante el Borussia Mönchengladbach, donde, además es probable que actúen como titulares los dos centrales que acabaron la Liga el año pasado, Fazio y Cala, ahora mismo los que parece que ofrecen más garantías. Con Spahic reina de nuevo la decepción por su compromiso después de que Míchel alabara sun actitud en la primera fase de la pretemporada, mientras que el nivel de Bernardo sigue ofreciendo dudas.

Paralelamente, el club sigue a la espera de las pruebas que los servicios médicos realizan a Maduro tras ser apartado del equipo al serle detectada una anomalía en el corazón. Lo que ocurra con el holandés también puede marcar el camino a seguir por el club, que espera en las próximas horas liberar una de las fichas más altas del plantel, la de Acosta, que negocia su rescisión.