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El Betis de más béticos

  • La candidatura de Haro y Catalán reúne el 27,4% de las acciones y supera a Castaño y Lopera. El apoyo de las peñas decanta la balanza y Ollero seguirá como presidente.

Hubo Junta, sí, como aseguró una y otra vez el presidente, Juan Carlos Ollero. Y existió un apoyo unánime de los accionistas béticos para la candidatura de José Miguel López Catalán y Ángel Haro -Ahora, Betis, ahora-, que reunió el 27,4% del capital social para imponerse a Manuel Castaño y a Manuel Ruiz de Lopera, que sí apoyo al ex consejero, pero que fue insuficiente para vencer a los béticos. La masiva respuesta de los aficionados y el apoyo de las Peñas Béticas decantó la balanza para que el Betis no mirase de nuevo al pasado.

Tensión, emoción y lágrimas. Todo eso se acumuló en el Hotel Al-Andalus, donde se celebró una Junta General Extraordinaria de accionistas multitudinaria. 439 accionistas acudieron a la llamada para decidir el futuro del Betis. Por vez primera desde 1992 a nadie le pertenecía un paquete mayoritario, después de que el Juzgado de lo Mercantil dejara en suspenso un 31,38% del de Farusa. Si Lopera y Castaño arrancaron con ventaja esta carrera por la presidencia, el trabajo de campo realizado durante un mes frenético le dio la vuelta a las previsiones. "No es un triunfo de Haro y Catalán, es una victoria de los béticos. El Betis es del Betis", manifestó un emocionado Ángel Haro desde el estrado, nada más conocerse su victoria.

Las calculadoras echaron humo desde el primer momento, cuando se dio a conocer que el 53,71% del capital estaba representado. Cada candidatura echaba números sobre sus apoyos comprometidos, aunque los posibles cambios de última hora provocaron que la tensión reinase en el ambiente.

"Sevillista, sevillista", fue el recibimiento que se le ofreció a José Manuel García Quílez, uno de los abogados de Lopera que acudió a la Junta. Otro como el ex presidente Jaime Rodríguez-Sacristán retrasó su entrada en la sala para evitarse un abucheo que sí recibieron otros como Javier Páez, sobrino de Lopera.

Tras componerse la mesa y explicarse el complicado método de votación, que posteriormente las partes decidieron cambiar para aligerar el desarrollo de la Junta, se conoció la dimisión del consejo, que abandonó la mesa principal mientras recibía una ovación. Al mismo tiempo, las candidaturas daban a conocer sus respectivos consejos, lo que también generó controversia. Nombres como Francisco Nuchera o Javier Páez, que aparecían en la de Castaño, no eran bien recibidos por los accionistas.

Así llegaba el momento de los protagonistas. Ahora Betis, ahora, que se presentó con el 13,64%, y Manuel Castaño, con el 4,28%, anunciaron su aspiración a gobernar el Betis. La votación estaba lista para comenzar. El nombre de Juan Carlos Ollero apareció como primer consejero elegible y durante más de 25 minutos, los accionistas teclearon su decisión. La tardanza en la misma y el hecho de que hubiera que repetirla 23 veces más provocó que finalmente se pasara a votar el primero de la lista de Castaño -él mismo- y luego si alguien deseaba cambiar que lo anunciase. Apenas ocurrió con un accionista, que cambió su voto respecto a un consejero propuesto por Castaño.

La suerte estaba echada y ya sólo faltaba conocer la candidatura ganadora. Pasadas las diez de la noche, Juan Carlos Ollero recibía un respaldo del 27,4% del capital social, lo que lo mantenía como presidente del Betis y hacía ganadores a Haro y Catalán. A los primeros saltos de alegría sucedió un "¡Betis, Betis!" de todo el salón y el nombramiento de los nuevos consejeros se celebró como si de una alineación dominical se tratase.

No podían faltar las palabras de los ganadores, al más estilo de las elecciones políticas. "Gracias, muchas gracias a todos los béticos que habéis conseguido una victoria tan histórica como la de esta noche. Gracias a muchos béticos que con mucho esfuerzo compraron acciones en el 92. Gracias por los que lleváis luchando. Gracias por los que salistéis el 15J. Gracias los que siempre habéis apoyado al Betis incluso con el descenso", expuso López Catalán, un gran triunfador de la noche.

Si los partidarios de Castaño y Lopera abandonaban con celeridad el hotel, los abrazos se sucedieron entre béticos de todas las asociaciones, los mismos que acumulan años de lucha contra Lopera. La primera batalla accionarial en una Junta lo deja como gran perdedor.

"El Betis ha renacido. Hemos conseguido lo que parecía imposible, esto es una machada. Queremos trabajar para hacer un Betis grande. Vamos a cumplir lo prometido. El Betis ha perdido mucho tiempo y hay que ponerse a trabajar desde mañana. Queremos que los béticos decidan, no queremos paquetes mayoritarios ni cincuentas por ciento", afirmó López Catalán.

El Betis, después de una dura travesía de cinco años, vuelve a manos de sus accionistas. El apoyo de los béticos fue decisivo y ahora será tarea de Ollero, Haro y Catalán administrarlo.

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