Ni las presiones de ambos bandos. Ni un posible abandono prematuro de la presidencia. Nada perturbó a Juan Carlos Ollero, que se mantuvo firme en su palabra y que ayer también fue uno de los grandes triunfadores. "Ha habido una gran Junta, porque ha sido de todos los béticos, hacía tiempo que no se producía y va a tener sus consecuencias.

El Betis ha cambiado, sólo queda trabajar, acertar y cumplir con la responsabilidad adquirida con todos los béticos. Durante el transcurso de la Junta he estado absolutamente tranquilo, estando atento a todo lo que sucedía. Al final, con la efusividad, los gestos de los béticos, los cánticos… Soy muy frío, pero no tanto. Es una revolución en el Betis. Si conseguimos consolidar con el trabajo y el acierto al Betis en esta temporada y en la siguiente, veremos a un Betis totalmente cambiado. Esto es una revolución", afirmó el presidente en su comparecencia ante los medios. "Las propuestas de los consejeros las hemos aceptado. Están representados muchos de los grupos accionariales y muchas de las corrientes de opinión en el Betis. Hemos ganado una Junta, pero queremos llevar la paz social al Betis", respondió Ollero cuando se le cuestionó sobre Castaño y Lopera, los dos grandes derrotados este miércoles.