Junta de Accionistas del Sevilla 2025: aprobación de cuentas atrasadas y última presidencia de Del Nido Carrasco

La previa

Los accionistas del Sevilla, en pleno silencio de Del Nido Benavente, están focalizados más hacia la venta al gran inversor que hacia las magras cuentas, que presentarán un déficit de 54 millones de euros, el quinto consecutivo, con un incremento del crédito de Goldman Sachs hasta 178 millones

Los datos del Sevilla ante la Junta: deuda de 88 millones y suplemento del crédito

José María del Nido Carrasco saluda a un socio en el Sevilla-Oviedo.
José María del Nido Carrasco saluda a un socio en el Sevilla-Oviedo. / Antonio Pizarro

El Sevilla Fútbol Club Sociedad Anónima Deportiva afronta esta tarde en el hotel Meliá Lebreros (18:00) la Junta General Ordinaria de Accionistas de 2025. La cita es la más intrascendente de los últimos y convulsos años, por dos factores principales. El primero atañe a los movimientos de los grandes accionistas para vender sus paquetes a un gran inversor norteamericano; y el segundo, a la situación de minoría que afronta el principal opositor, José María del Nido Benavente, desde que Sevillistas Unidos 2020 (los americanos ahora representantes de A-CAP) viró su estrategia aliándose al consejo. La prueba de ello es que gracias a esta nueva alianza el actual consejo podrá aprobar las cuentas y la gestión de los años 2022, 2023 y 2024. Se trata de dejarlo todo expedito para la llegada del maná norteamericano.

Será una Junta con poca chicha intrínseca. Las cuentas son las que son y ya las conocen los accionistas desde que el consejo de administración convocara la asamblea publicitando el balance económico y el orden del día. Ante el aislamiento de Del Nido Benavente poco habrá que discernir, aunque esto no le quitará la crispación que la ha acompañado en los últimos años. El sevilismo de base también está contra el consejo, cuya estrategia puede volver a ser alinear el voto para impedir que lo ejerza en algún punto político el máximo accionista a título individual.

El orden del día no lleva esta vez ningún suplemento solicitado por la oposición como en otras ocasiones para destituir al actual consejo o nombrar una auditoría externa o pedir acciones de responsabilidad civil. Pero Sevillistas Unidos 2020 (representados por Juan de Dios Crespo en nombre de A-CAP, los nuevos americanos) sí pidió el pasado 29 de noviembre un complemento para aprobar las cuentas y la gestión de los ejercicios 2022, 2023 y 2024, que no fueron aprobados en su día al estar entonces en minoría el actual consejo por la anterior estrategia de los americanos (777 Partners), con un déficit respectivo de 24,8 millones, 19 millones y los históricos 82 millones de 2024.

Orden del día, con la aprobación de las cuentas y la gestión de 2022, 2023 y 2024.
Orden del día, con la aprobación de las cuentas y la gestión de 2022, 2023 y 2024. / Sevilla FC

Luego se continuará con los seis puntos del orden originales: el informe del presidente sobre lo social y lo deportivo; informe y aprobación de las cuentas -en varias juntas anteriores no se aprobaron-; informe y aprobación de la gestión del consejo -tampoco aprobado en otras juntas-; distribución del resultado, que no habrá al ser muy deficitario el resultado del ejercicio; el presupuesto, que no se vota; y los ruegos y preguntas.

Las cuentas están claras. Son magras por pura inanición acumulada. El Sevilla presentará por quinto año consecutivo, desde el primero que fue consecuencia del Covid en 2021, un resultado negativo, con un déficit de 54 millones de euros. Del Nido Carrasco presentará un plan para que en 2026 se acerque al equilibrio en el balance y también un complemento del crédito de Goldman Sachs de 70 millones de euros para un total de 178. Ahí habrá batalla.

Llama la atención en este sentido habitualmente belicoso sobre las cuentas el silencio de Del Nido Benavente. El máximo accionista principal, que también está implicado en la venta de su paquete de acciones, no eleva la voz con su habitual tono crítico hasta lo desabrido desde el pasado 18 de septiembre, hace casi tres meses. Un periodo en el que se ha acelerado el proceso de negociación con los distintos inversores.

Aparcada ya definitivamente la llamada tercera vía de Antonio Lappí y Fede Quintero, queda por saber si la carta de intención que fue presentada por el inversor estadounidense, confidencialmente guardado su nombre bajo secreto de sumario por esa misma Letter of intent (LOI), es la definitiva, si llevará al acuerdo final para la venta y si esta llegará aparejada con una ampliación de capital o una aportación de socios, es decir, una inyección directa de capital para arrimar harina donde ahora hay mohína, en las paupérrimas arcas sevillistas.

En todo caso, según explicó en su desayuno informativo a la prensa Del Nido Carrasco, si hay aportación de socio sólo podrá destinarse de forma directa un 5% a gastos de la plantilla inscribible, según las normas del límite salarial y el fair play financiero de LaLiga. O sea, que la inyección económica llegará, pero irá destinada a otros menesteres..., aunque procurará un equilibrio que alivie las cuentas y, de camino, la situación financiera y el gasto en fichajes.

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