La hora de Pedro Sánchez, con permiso de los separatistas
La amnistía parece un sapo que nos tragamos hace un siglo y el pacto fiscal podría ser todavía mucho peor.
La amnistía parece un sapo que nos tragamos hace un siglo y el pacto fiscal podría ser todavía mucho peor.
La decisión de Pedro Sánchez de elegir a Óscar Puente para replicar a Alberto Núñez Feijóo en el debate de investidura ha provocado malestar en las filas socialistas.
Los independentistas no saben trabajar bajo presión, tienden a la comedia bufa, al disparate, de ahí la resolución del referéndum.
Los de Baraja superan a los de Pellegrini en un punto, pero ambos llegan bastante heridos.
Tributo. El próximo martes se cumple un año de la muerte del comunicador que revolucionó la radio con el Loco de la Colina. Personaje de ortos y ocasos, juglar del Guadalquivir, su vida fue un puro Guadiana.
El Congreso mantiene los vasos para los oradores, hemos conocido a Herminio y toda España ya cala al señor Puente. La España de los niñatos.
Dejar la portería a cero con lo que tiene para componer el sistema defensivo es milagroso.
Lo importante no es estar acompañado por políticos profesionales, sino por los votos de ciudadanos anónimos.
La (no) investidura de Feijóo pone al presidente ante la hora de la verdad: logró el bloqueo pero es inviable volver gobernar.
En demasiadas ocasiones nos representa y gobierna gente que no debería haber pasado de la última fila del autobús. Pedro, levántate y anda. Una cofradía no expulsa por no creer en Dios, el PSOE sí.
La actuación el martes del belga sirvió para sacar al Sevilla de la depresión que padecía.