Después de que el pasado domingo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciara que firmará en las próximas semanas un "gran acuerdo" con empresarios y sindicatos sobre el nuevo modelo de crecimiento para salir de la crisis, ayer, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, consideró que este "gran pacto" debe tener "en paralelo y de forma simultánea" otro acuerdo que, "con carácter de urgencia" resuelva la ampliación de las medidas contra el desempleo "a corto plazo". Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, apoyó la iniciativa de Zapatero pero criticó que la anunciase en un mitin del PSOE. El presidente, por si acaso, se curó en salud: "No habrá recortes en los derechos de los trabajadores", destacó como si ahuyentara el fantasma de la huelga. Con parecida intención recordó Celestino Corbacho, Titular de Trabajo, que las comunidades autónomas estudian aportar unos 500 euros para proteger a los desempleados sin prestación ni subsidio.

Mientras, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado afirmó que se combatirá la crisis reforzando la protección social y mediante políticas de estímulo de la actividad económica, impulso del papel del sistema financiero y mediante el apoyo a las empresas y los trabajadores. La titular de Economía abogó por un sistema productivo más sostenible desde el punto de vista económico y medioambiental, centrado en el conocimiento y la innovación, la internacionalización de las empresas, la modernización del sistema financiero, la mejora de las administraciones públicas y la vuelta a la senda del Pacto de Estabilidad, las claves de la anunciada Ley de Economía Sostenible.

Tras la reunión mantenida entre el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, con los sindicatos, Méndez aseguró no estar al tanto del anuncio de Zapatero y afirmó que lo que ahora pretende el jefe de Ejecutivo es "responder de alguna manera a las exigencias de las organizaciones sindicales". "Nosotros decimos que el debate y el diálogo social tienen que ser la búsqueda de un acuerdo con sindicatos y comunidades autónomas", subrayó, siendo "las reformas fundamentales las de la educación e innovación", agregó Méndez.

Para Toxo, "los sindicatos vienen trabajando en este gran pacto, pero de forma no tan visible, con organizaciones empresariales y con el Gobierno", recalcó. El secretario general de CCOO se alegró de que el jefe del Ejecutivo "asuma" esta idea y "la haga suya", aunque no compartió el escenario en que lo anunció. Para Toxo, "lo más importante a corto plazo es generar empleo y evitar que la economía destruya trabajo", así como "desatascar el problema de la financiación de las empresas y las familias".

Pero el anuncio de Zapatero también alentó voces disconformes. Es el caso de la Confederación Nacional de Autónomos y Microempresas (Conae) y de la Asociación Nacional de Empresarios y Profesionales (Asnepa), que pidió al Ejecutivo que abra el marco del diálogo social. "Llevamos 21 años escuchando a los mismos -UGT, CCOO y CEOE- y no hay más que aportar", subrayó el presidente de Asnepa, Pedro Mesquida, que pidió la entrada en el diálogo social de las organizaciones de trabajadores autónomos, consumidores y otros sindicatos.