El programa de la reunión informal de los ministros de Energía de la Unión Europea no comprendía sólo sesiones de trabajo. Entre las reuniones de la mañana y los actos de la tarde, los representantes de los Veintisiete también tuvieron la oportunidad de visitar la Plataforma Solúcar de Abengoa, situada en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, donde fueron recibidos por el presidente de la multinacional andaluza, Felipe Benjumea. Los ministros recorrieron las instalaciones de la planta termosolar PS-20, una de las centrales de energía solar más avanzadas del mundo. Además, acudieron a Palmas Altas, la nueva sede central de Abengoa, un complejo diseñado por el arquitecto Richard Rogers que es un referente mundial por su diseño eficiente y sostenible.

Tras la cumbre, la Junta de Andalucía agasajó a los ministros con una cena oficial en los Reales Alcázares. El menú del ágape, servido por el catering de Juliá, se basó en productos de la tierra: pato de las marismas, vino cordobés y de la Sierra Norte de Sevilla, lubina y chacinas. Además de la cumbre, la ciudad acogió el pasado jueves una reunión del Club de la Energía, que agrupa a la cúpula empresarial del sector en España. En el encuentro, se elaboró un documento con sus reclamaciones que fue entregado ayer al ministro Miguel Sebastián, quien no quiso desvelar su contenido.