Ramón Tamames es algo más que un economista y un ex político, y él lo sabe. Es un analista que permanece atento a todo lo que ocurre en España y el mundo, con un bagaje que le permite hacer atinadas previsiones. Conversamos con él en su despacho en Madrid, situado en un edificio cercano al estadio Santiago Bernabéu.     

-¿Le preocupa más la política o la economía en la España de hoy?

-Me preocupa la forma de tratar la economía que tienen algunos políticos, que piensan que con sus ocurrencias e intuiciones pueden resolverlo todo. Es la razón de que con ZP estemos como estamos.

-¿Cuál es el origen de esta crisis?

-La crisis tiene un origen global, incluso sistémico. Pero cada palo debe aguantar su vela. En España hubiéramos tenido crisis con o sin hipotecas basura en Estados Unidos. Lo que pasa es que el pinchazo de la burbuja financiera inmobiliaria en EEUU empezó a trastocar todo. Ahora bien, la crisis en España se había anunciado en todos los tonos. El Gobierno no escuchó. Solbes no quiso transmitir los informes del Banco de España, porque en la bonanza no se quiere oír a los aguafiestas.

-¿Zapatero tiene parte de culpa en la crisis española?

-Yo diría que Zapatero tiene culpa del 60% para arriba.

-¿Por no tomar medidas?

-En mi libro Cómo salir de la crisis, publicado por Edaf en 2009, se relata una conversación que tuve con Zapatero en la Fundación Carlos de Amberes, donde acababa de presentar el programa español de la presidencia comunitaria europea. Yo le dije: "Señor presidente, así no podemos seguir. Es necesario algo parecido a los pactos de la Moncloa", en los que yo trabajé. Y me dijo, en febrero de 2009: "Ramón, no os enteráis. Estamos mejor que nunca y saldremos de la crisis antes que nadie". Ahora ya dice que la crisis es grave y que durará cinco años.

-¿Tan negativa ha sido su gestión de la crisis?

-La gestión ha sido de consciente ignorancia por razones electoreras. La crisis empezó en 2007; y en marzo de 2008, en plena campaña electoral, prometía el pleno empleo para 2009. Ese pleno empleo se ha transformado hoy en casi tres millones de parados más y cerca de cinco millones en total. Después de esa ignorancia táctica, Solbes tampoco supo aplicar los mecanismos adecuados. Yo propuse a Zapatero en 2008 un diagnóstico por un comité de sabios, le propuse los pactos de la Moncloa… Él me contestaba, con esa labia que tiene, orillando los problemas.

-Usted escribió un libro sobre este asunto, pero, en resumen, ¿cómo se puede salir de la crisis?

-Con reformas estructurales muy serias. Con una disciplina presupuestaria fuerte y creando las condiciones para el aumento de la productividad y la competitividad en España. Nada de eso se ha hecho seriamente. Y además, en el contubernio Gobierno de ZP/sindicatos, se ha entrado en un vodevil de reformas a medias e incumplidas, que es un efecto retardatario para solucionar el problema.

-El paro es insostenible, un problema social. ¿Qué le parece?

-El paro masivo de España, que es el doble de la UE, se debe a que tuvimos una hipertrofia de la construcción. En España llegó a representar casi un 25% del PIB, con sus tirones de otras industrias como el cemento, los áridos, la cerámica, hierro y acero, madera, cristal, textil... Cuando la construcción baja a menos de la mitad, el paro masivo se perpetúa. 

-La construcción ya no será igual que antes. ¿Hay soluciones?

-Para empezar son necesarias dos cosas: una liquidación del stock de viviendas sin vender de reciente construcción, cosa en la que no se ha intentado casi nada; o bien una sustitución de la construcción por una inversión en otras actividades de industrias y servicios, donde tampoco se ha hecho nada. Y algo más, los 40.000 millones que gastamos en 2010 en los parados son una ayuda para subsistir, pero no tienen efecto multiplicador. Nadie ha intentado cambiar gasto en desempleo por gasto en ocupación.

-¿Sería beneficioso un cambio de Gobierno?

-Un cambio de Gobierno abre nuevas expectativas. Los que vienen tomarán las medidas más dolorosas en los primeros tiempos, porque tienen cuatro años por delante. El dolor se va olvidando, si mejoran después las condiciones. Por tanto, un cambio de Gobierno sería altamente positivo. Creo que en las próximas elecciones de mayo habrá pasos en esa dirección.

-¿Ve las municipales como un plebiscito contra Zapatero?

-Se verá que Zapatero ya no cuenta, pese a sus maquiavelismos, y seguramente el PSOE tendrá que buscar otro candidato que les lleve a un mejor ambiente para 2012.

-Fue uno de los firmantes de la Constitución. ¿Se debe reformar el Estado de las Autonomías?

-Yo lo planteé en una conferencia, en el Teatro Las Cortes, de San Fernando, y he escrito sobre eso. Es posible que, en algunos aspectos, sea necesaria una reforma de la Constitución. Pero incluso sin hacerlo, con un desarrollo de leyes orgánicas, se puede reorientar. Y hay preceptos que no están ni en la Constitución, ni en la Lofca, y se pueden regular, como la emisión de deuda, topes al déficit, la mayor intervención de la Administración del Estado… Se puede hacer. No se hace porque el Gobierno es rehén de las minorías nacionalistas.

-¿Qué le parece la situación política de Andalucía?

-En Andalucía se da más agudamente el clientelismo político, a través de los subsidios, y el amiguismo, a través de asesores, comisiones, empresas públicas… Y ahora la corrupción ha alcanzado unos niveles más conocidos que en otras regiones. No es la única, porque en Cataluña también hay mucha corrupción, pero allí funciona la ley del silencio, que se instauró en tiempos de Pujol.

-¿España tiene excesiva dependencia económica de Europa?

-No. Todos los europeos dependemos de Europa. Las exportaciones son del 70% y las importaciones del 60%, que son porcentajes normales. Los tipos de cambio no alteran la relación, al tener la misma moneda en 16 países. Hay más fluidez gracias a la moneda común. Por ejemplo, no se valora que gracias a la entrada de España y Portugal en el euro son el mercado único que soñó Felipe IV, y con unos PIB mucho mayores.

-Pero Alemania manda mucho.

-Bueno, esto de que Alemania es prepotente… Alemania no es el IV Reich, no. Es una potencia europea, que incluso tiene un saldo positivo en sus relaciones con China, porque le suministra tecnologías. Alemania tiene disciplina, sabe adónde va, y el pueblo alemán es muy consciente de su trabajo. La señora Merkel traduce todo eso. Pero no es una dependencia, sino un llamamiento a que tengamos un comportamiento económico que no sea de ciudad alegre y confiada, sino de trabajo con mayor intensidad, no más tiempo, sino mayor productividad y mayor competitividad.

-¿Cree que España tendrá rescate europeo?

-No. España es demasiado grande para entrar en moratoria y demasiado grande para salir del euro. El rescate sería un desastre y salirnos del euro sería una tragedia. Los capitales se irían de España. Aunque las medidas se han tomado a medias, algo se ha rectificado. Y además fuera creen que hemos rectificado mucho más de lo que realmente se ha hecho.

-En 2010 publicó el libro El grito de la Tierra, en el que aboga por una economía más sostenible.

-Eso es muy importante. La economía sostenible gana conciencia incluso en los países donde es más complejo, como China y EEUU.

-¿Qué le parece la ley de economía sostenible española?

-Eso son garambainas. La ignorancia llega al límite. Se hace para entretener, porque las medidas vigentes aún no se han cumplido. Pero ahora no hacen falta leyes, sino diagnósticos.

-¿Por qué fue comunista?

-Los que estábamos en el PCE para luchar por las libertades no defendimos la dictadura del proletariado, ni el marxismo. El partido se movía contra el régimen. Cuando vimos lo que era el PCE después, muchos de los que entramos en los 50 y los 60 nos salimos.

-¿Se ve a sí mismo más como economista, político o escritor?

-Me veo como el hombre de Vitruvio, de Leonardo, que abarca muchas esferas.