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Cultura

Los Corderos siguen tan salvajes como siempre

III Certamen de nuevos investigadores teatrales (Cenit). Compañía Los Corderos (Barcelona). Autores, dirección e interpretación: Pablo Molinero y David Climent. Textos: Pablo Molinero. Colaboración artística: Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola. Espacio sonoro: loscorderos, sc y Miguel Gozalbo. Iluminación: Conrado Parodi. Espacio escénico: loscorderos, sc. y Cube. bz Vestuario: Laia Muñoz Carol. Producción: Pilar López. Lugar: Centro TNT. Fecha: Viernes, 4 de noviembre de 2011. Aforo: Completo.

El trabajo realizado por Antonio Torres, Cicus, y Ricardo Iniesta, TNT, está recogiendo sus frutos a sólo tres años de su nacimiento. La tercera edición del Cenit ha reunido a seis nuevas compañías teatrales que tienen como base la investigación teatral pero que, a pesar del marchamo juvenil, algunas de ellas llevan un amplio recorrido que demuestra el vigor de la experimentación como única vía para la evolución del arte dramático.

El certamen se inauguró con la impresionante interpretación de Claudio Trina y su obra Locos. Le llamarán TITO. Continuó con la participación francesa de la compañía Troisième Generation especializados en mimo contemporáneo. Y ayer tuvimos la oportunidad de asistir al preestreno del último trabajo de Los corderos.

El trabajo venía tan recién salido del horno que se desconocía, a la hora de su comienzo, el tiempo de duración de la pieza interpretada, escrita y dirigida por los dos integrantes de esta rompedora compañía catalana, Pablo Molinero y David Climent.

Una especie de laboratorio formado por plásticos, máquinas y artilugios recibe al espectador. Un personaje en una silla de ruedas provoca un universo sonoro. Entonces aparece un segundo actor.

A partir de este momento se sucede un espectáculo en el que uno puede interpretar la historia que prefiera. Lo mismo estamos ante una pareja de enamorados que se desdobla, que ante un paciente y su psiquiatra. Lo que no hay duda es que asistimos a un juego trufado de carga existencialista donde la palabra no es lo importante. Lo verdaderamente jugoso es la fuerza del trabajo de este par de autores que despliegan un poderío y una compenetración fuera de norma. Trabajo físico llevado al límite.

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