Sin escenografía, iluminación, vestuario ni maquillaje. Así es como se presenta Teatro a pelo, iniciativa dirigida por Francisco Pérez Román que gracias al aval del público sevillano durante la pasada temporada podrá volver a partir de octubre a los recovecos del hostal La Caja Habitada, situado en la Alameda de Hércules, en su particular formato cercano e íntimo para el espectador.

La experiencia de microteatro que este proyecto promete está compuesta por varias piezas de no más de 15 minutos de duración que tienen lugar de manera simultánea dentro de las paredes del mencionado céntrico edificio, respetando así el espacio en su forma natural en pos de una acción no centrada en un único punto, sino manifestada desde distintos focos de actividad que el espectador debe seguir. A pesar de estar concebidas de manera autónoma y conclusivas -pues el conjunto se convierte a su vez en parte de una serie de teatro-, estas pequeñas piezas "están conectadas entre sí", afirma su director, "de forma que el asistente que presencia más de una puede ver cómo la historia gana complejidad", añade. Cada una de ellas, a priori diferente de las demás, pertenece a una estructura mayor en la que los datos que los personajes revelan amplifican, completan y enlazan con el significado de las otras en una estructura abierta y susceptible de continuar.

Además, los hechos que acontecen a los diferentes personajes encarnados por Jacinto Bobo, Javier Cobos, Verónica Espiga, Alicia Gómez del Castillo, Isabel Márquez, Julia Rodríguez Pérez y Arantxa Sanchís lo hacen de forma abierta, es decir, el espectador podrá elegir el orden en el que participar en cada una de las historias que componen el mosaico de Teatro a pelo. "Curiosamente, a la salida, cada participante opina que ha vivido el orden óptimo", afirma Pérez Román en cuando a las diferentes maneras de sumergirse en la historia.

"La ficción se desarrolla con apariencia real", comenta el director, "a través de la improvisación de los actores en una búsqueda constante porque los hechos ocurran con la frescura de la primera vez", añade. Asimismo, según su responsable, el objetivo es que la percepción del trabajo del director se "diluya progresivamente", así como la evidencia del trabajo actoral, hasta que lo único que reciba el asistente sea "la presencia de los personajes en acción", pues, a diferencia del teatro convencional, Teatro a pelo busca una asistencia reducida para que el público comparta una relación más intensa tanto con el elenco como con la propia acción.

Actualmente, el proyectose encuentra en etapa de consolidación en la ciudad, pues tras su estreno con las tres piezas que componen el primer capítulo y las cuatro del segundo -todas ellas colgando el cartel de entradas agotadas-, "el interés por el público sevillano no sólo se ha mantenido, sino que sigue aumentando el número de seguidores", comenta el director. El estreno del tercer capítulo de la vida de estos personajes está previsto en el hostal La Caja Habitada el próximo mes de octubre, aún sin fecha exacta fijada. "No existe un calendario previo", añade Pérez Román, "las fechas de las distintas funciones se anuncian de una en una y la atención de los asistentes potenciales es nuestra única garantía para seguir", finaliza.