Sostenibilidad cultural, desarrollo del micromecenazgo y cambiar la subvención por el emprendimiento son los pilares en torno a los cuales giró la intervención de Luciano Alonso, consejero de Cultura, Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, en el Foro Joly Andalucía celebrado este jueves en el sevillano Hotel Barceló Renacimiento. Los tres se resumían en uno: fomentar la responsabilidad cultural corporativa, acercando el desarrollo cultural a la sociedad civil para protegerlo de las pegas del mercado libre.

Alonso aseguró que el desarrollo en Andalucía de la ley de mecenazgo permitirá universalizar el apoyo a la gestión cultural, que señaló reservada para ricos con la legislación actual. Así, el marco jurídico actual limita donaciones y aportaciones de forma que se articulan a través de fundaciones, absolutamente inalcanzables para pymes y para el conjunto de la sociedad. Apuntó Alonso que "el mecenazgo social es un compromiso colectivo, pero hacen falta exenciones fiscales", a lo que añadió el gravamen a las sucesiones y transmisiones patrimoniales, "otro obstáculo para donaciones culturales y el mecenazgo". "La Scala de Milán recibió el año pasado 7,8 millones en donaciones", puso como ejemplo.

"Del mecenazgo se habla mucho, se ha escrito poco y apenas se ha legislado", dijo Alonso al comienzo de su intervención. Durante la misma aseguró que este año se aprobará la desgravación fiscal del consumo cultural "algo novedoso en España y en Europa". El consejero desglosó que se podrá desgravar el 15% de la compra de activos culturales (hasta un máximo de desgravación de 240 euros) y "el 15% de lo que se done para la conservación de bienes de propiedad autonómica", fórmulas con las que confíe que se permita desarrollar el micromecenazgo entre el conjunto de la sociedad, afeando que el gobierno central "metiera en un cajón el anteproyecto de ley de mecenazgo".

Luciano Alonso apuntó al creación de un Consejo Cultural Andaluz, que tomará como base la negociación del Pacto por la Cultura, así como la implantación de unos premios destinados a empresas para distinguir el apoyo a la cultura andaluza. Los espacios expositivos supondrán una vía de financiación para la cultura, según Alonso, a través de la fijación de tasas para el alquiler de las salas.

Habló Alonso del IVA cultural y de las dificultades presupuestarias. "Todas las administraciones hemos bajado un 30% el presupuesto para Cultura", reconoció, pero "el brutal descenso del consumo cultural está condicionado por la crisis y por una subida del IVA sin precedentes". El consejero repasó el IVA cultural en Europa. "Países grandes y potentes como Alemania y Francia tienen un 7%, e Italia el 10%. Podría pensarse que la intervenida Grecia tendría un impuesto alto, pero está en el 13%". "En algo somos líderes, líderes en gravar la cultura", reprochó al gobierno central.

En el turno de preguntas, Alonso se mostró muy crítico con el pulso respecto al Caixaforum. "Soy sospechoso de no apoyarlo pero no es así. Decidieron su traslado a un edificio sin terminar. Por nuestra parte hace tiempo presentamos una oferta a La Caixa y a Cajasol que sigue sin respuesta, y ya es hora de que respondan".

Alonso afeó a Zoido que "con mercadillos sin control en la Plaza de España va a ser duro lograr catalogaciones internacionales", respecto a la petición municipal de declaración de Patrimonio de la Humanidad, prolongando sus desacuerdos hacia la música. También cuestionó que su área debe tener mayor poder de decisión en la Bienal de Flamenco y que "dedicamos a las cuatro orquestas sinfónicas de Andalucía 8 millones al año, más que a todos los museos andaluces, y estoy en contra de que el director de la Sinfónica de Sevilla gane más que la presidenta de la Junta, sin discutir su calidad". Por este motivo rehusó hablar sobre la renovación de Pedro Halffter: "Me reafirmo en que su sueldo es muy elevado".

En el apartado de reproches incluyó al gobierno central respecto al Bellas Artes de Sevilla, pero también lo compartió con su propio departamento. "El Bellas Artes es nuestra principal deuda con Sevilla", dijo, si bien "la ampliación de Monsalves corresponde al gobierno central, y su mantenimiento nos cuesta 200.000 al año para que esté cerrado", recordando la nula aportación estatal, que añadió al Arqueológico: "Tiene problemas estructurales y cero ayuda, y eso debe resolverse para poder mostrar el Tesoro del Carambolo porque necesita medidas de seguridad muy potentes".